La película de la semana: La suerte de los Logan
Steven Soderbergh regresa a la pantalla grande después de cuatro años de silencio.
Daniel Craig, Adam Driver y Channing Tatum son los protagonistas de la nueva cinta del director, del que no sabíamos nada desde Efectos secundarios de 2013, al menos desde el punto de vista cinematográfico, ya que sí le hemos podido ver como responsable de reputadas series como Behind the Candelabra (2013) y The Knick (2014). La suerte de los Logan cuenta con guión de Rebecca Blunt y relata la historia de un robo durante una carrera de coches, perpetrado por dos hermanos, Jimmy (Tatum) y Clyde Logan (Driver). Como suele ser parte consustancial en su filmografía, el reparto de secundarios es extenso: Riley Keough, Hilary Swank, Seth MacFarlane, Katie Holmes, Katherine Waterston, Dwight Yoakam, Sebastian Stan, David Denman, Macon Blair, Jack Quaid y Brian Gleeson.
Logan Lucky se suma a la lista de películas de un subgénero tan frecuentado- y tan finamente frecuentado- como el de los atracos, dentro del cine de suspense. En ese sentido, merece la pena echar mano de videoteca para rememorar cintas tan entretenidas- algunas de ellas obras maestras -como Rififi (1955), Atraco perfecto (1956), Un diamante al rojo vivo (1972), Tarde de perros (1975) o Sospechosos habituales (1995), por citar sólo algunas. Una videoteca en la que puedes incluír, pero a cierta distancia de las anteriores, la revisión de Ocean´s eleven del propio Steven Soderbergh.
Precisamente, para The New Yorker ese conocimiento de Soderbergh es, al mismo tiempo, lo mejor y lo peor:«Soderbergh, por todos sus esfuerzos felices, recurre a una cierta desenvoltura artística. Esto no significa que la película sea fácil de hacer; significa que Soderbergh confía en lo que sabe en lugar de divagar en lo que desconoce. Sabe mucho, y se nota; su placer en compartirlo es sustancial». En ese sentido The Guardian critica la falta de los elementos esenciales de una cinta del subgénero: «Es siempre fácil de ver, pero rara vez, se arriesga con un verdadero peligro o suspense. Esa falta de momentos de estar al borde del asiento se compensa con gags, toques inteligentes y excelentes actuaciones». Vulture, por otro lado, enfatiza la labor coral de los actores: «Toda la película es un truco, invirtiendo nuestras expectativas en casi cada momento y con unos actores secundarios que bordan papeles que en un principio no parecían para ellos». Para Paste «Logan Lucky no es la mejor película que ha hecho, pero está apuntando una nueva y fascinante nueva dirección: el autor como artista compulsivo. Está bien en su camino».