La película de la semana: Joker
Desde antes de su estreno oficial, la película del archienemigo psicótico de Batman se ha convertido en una de las películas más polémicas del año.
Protagonizada por Joaquin Phoenix y dirigida por Todd Phillips, Joker ya ha sido considerada una película «peligrosa» antes de su estreno, ya que una parte de los críticos están preocupados, a priori, porque en el clima actual de los Estados Unidos dar atención a este personaje – protagonista de una historia comprensiva de un tipo blanco «perjudicado por la sociedad» en su derecho a ejercer la violencia- envalentona un tipo de pensamiento que puede inspirar a asesinos en masa. A todo esto se ha añadido la preocupación cuando la policía ha anunciado recientemente que patrullará los cines de EE. UU., tras la experiencia sufrida por los asesinatos cometidos en el estreno de The Dark Knight Rises en Aurora en 2012. Dada la polémica surgida en los días previos a su estreno, Warner Bros. lanzó una comunicado inédito declarando que «una de las funciones de la narración es provocar conversaciones difíciles sobre temas complejos. No se equivoquen: ni el personaje de ficción Joker ni la película respaldan la violencia del mundo real de ningún tipo. No es la intención de la película, los cineastas o el estudio mantener a este personaje como un héroe».
El thriller psicológico sirve como una primera película independiente en una serie de películas basadas en DC separadas del DC Extended Universe. Su actor protagonista, Joaquin Phoenix, pasó meses estudiando los trastornos de la personalidad y la risa siniestra del personaje le llevó una preparación meticulosa, formándose viendo «vídeos de personas que sufren de la risa patológica», un raro trastorno neurológico. Cuando se le preguntó sobre la presión que conllevaba enfrentarse al Joker, expresó su despreocupación sobre lo que la gente pensase de su interpretación. El actor describió, además, el proyecto como único del género y que decidió asumir el papel al estar interesado en examinar al personaje.
La película no parece estar demasiado preocupada por honrar la historia de origen del personaje del cómic. Sin embargo, tiene algunas similitudes con la novela gráfica de los 80, The Killing Joke, también polémica, que fue escrita por Alan Moore y que presenta un cómico sin éxito que pronto se convierte en el Agente del Caos. Cuando se anunció la película, Martin Scorsese se incorporó como productor, y el proyecto se alineó espiritualmente con sus trabajos anteriores King of Comedy y Taxi Driver.
La elección del director, hasta hace unos años un habitual de la comedia, también es llamativa. Sin embargo, el último proyecto de dirección de Todd Phillips hasta la fecha, War Dogs, marcó un giro de 360 grados para el cineasta. La película de 2016, protagonizada por Jonah Hill y Miles Teller , contaba la historia real de dos hombres que ganaron un contrato de 3 $ millones de dólares del Pentágono para armar a los aliados de Estados Unidos en Afganistán.
A pesar de haberse coronado con el León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia, Joker mantiene también dividida a los críticos antes de su estreno oficial. Y precisamente por su actor protagonista. Para Time «Phoenix está actuando tan duro que puedes sentir la desesperación palpitando en sus venas. Te deja con ganas de comenzar un crowfunding para que no tenga que volver a sudar tanto en su trabajo. Aunque la terrible agresividad de su actuación no es completamente por su culpa». Para The New Yorker, frente las actuaciones de Jack Nicholson o Heart Ledger que «eran papeles secundarios, aquí Arthur es la atracción principal. Ya no se le obliga a ser parte del paisaje; él es el escenario, y tal es el esfuerzo extenuante de la actuación de Phoenix que resulta agotador para la vista». The Hollywood Reporter difiere de estas apreciacione: «no es por desacreditar la visión imaginativa del escritor-director, su coguionista y sus invaluables equipos de tecnología y diseño, pero Phoenix es la fuerza principal que hace de Joker una irrupción tan distintivamente vanguardista en el complejo industrial de cómics de Hollywood». Para The Guardian «es una historia casi tan retorcida como el hombre en su centro, repleta de ideas y lanzada hacia la anarquía. Después de haber saqueado descaradamente las películas de Scorsese, Phillips transforma los ingredientes robados en algo nuevo».