La película de la semana: Isla de perros
El noveno largometraje de Anderson es una película animada ambientada en una versión distópica de Japón
Wes Anderson, el director de éxitos del cine independiente como Moonrise Kingdom, The Grand Budapest Hotel y Fantastic Mr Fox, ha reunido esta vez a muchos de sus colaboradores habituales, como Bill Murray, Greta Gerwig, Jeff Goldblum, Edward Norton, Tilda Swinton y Frances McDormand en esta nueva aventura perruna.
Anderson, que coescribió el guión con sus habituales colaboradores, los actores Jason Schwartzman y Kunichi Nomura, además del productor Roman Coppola, argumenta que, en contra de lo que pudiera parecer, al planificar la película, nunca se pretendió hacer una declaración política: «Quería hacer una película con perros, quería hacer una película en un vertedero de basura, y, además quería hacer una película sobre Japón. De alguna manera, todas terminaron en una sola».
Los datos: La película, en la que Anderson lleva trabajando desde hace 11 años, se hizo con un equipo de 670 personas, 240 sets y 1.097 muñecos creando los 144.000 fotogramas, un proceso que se hizo íntegramente en Londres. Isle of Dogs presenta, así figuras animadas en stop-motion en lugar de la más moderna técnica digital. «Tratamos de hacer todo con la cámara, en lugar de hacerlo con efectos generados por computadora», dijo Anderson. «Es algo que asocio con la historia del cine». La ambientación es de un Japón futurista, aunque la idea inicial era en realidad mostrar el futuro como se imaginó en la década de 1960, según explicó el realizador en su estreno.
Bryan Cranston, Edward Norton, Liev Schreiber, Jeff Goldblum, Bob Balaban y Bill Murray, quienes interpretan a sus protagonistas Chief, Rex, Spots, Duke, King y Boss, respectivamente, grabaron sus escenas clave juntos y en un solo escenario en Nueva York. Mientras que los perros «ladran» en inglés en la película, los humanos hablan japonés y, ocasionalmente, son traducidos por dispositivos electrónicos o intérpretes en la historia.
La cinta es, en ese sentido, un homenaje también a la cultura japonesa, que incluye homenajes a directores de cine japoneses famosos- especialmente Akira Kurosawa y Hayao Miyazaki, como recalcó en su presentación en la Berlinale- e incluso un cameo de voz de Yoko Ono.
Para algunos medios, como Time Out, está lejos de sus mejores películas:»Como siempre, con este cineasta, la simetría es un sello distintivo, aunque tanto visual como narrativamente, esta atareada película carece de la serenidad y belleza deslumbrante de The Grand Budapest Hotel. Tampoco es Isle of Dogs tan completo y satisfactorio como Fantastic Mr. Fox. Pero como su curioso primo canino, es una película que los fanáticos de Anderson no querrán perderse». Para Los Angeles Times «si hay una razón para apreciar esta película, a menudo cautivadora, a veces irritante e inevitablemente desconcertante, es que su mera existencia parece desafiar la explicación racional. Es a su vez salvaje y conmovedora, sarnosa y refinada poseída de un pedigrí inconfundible y, sin embargo, audazmente resistente a la categorización.» Village Voice no está de acuerdo, sin embargo:«Anderson tiene una aguda comprensión de la payasada y el humor visual, y usa la palabra irrelevante tan bien como cualquiera desde los grandes comediantes silenciosos. Pero a pesar de las risas y la resonancia social, Anderson y su equipo han conjurado, antes que nada, un trabajo de encanto fascinante», algo en lo que coincide en cierta forma Enterntainment Weekly, porque «la alegoría más oscura de persecución e internamiento no es difícil de intuir, y los perros mismos, con sus mechones táctiles de piel y ojos de Buster Keaton, tienen una humanidad entrañable y complicada».