La película de la semana: GIRL
Debut del director de cine natural de Gante, Lukas Dhont, de 26 años y candidata belga al Oscar a mejor película extranjera.
Dhont crea un profundo retrato cinemático de la compleja relación de una niña con su cuerpo sin sucumbir a los clichés que pueden surgir a la hora de tratar un material tan sensible. La cinta se centra en el personaje de Lara, 15 años, una joven que nació siendo niño y que sueña con convertirse en prima ballerina. Recientemente admitida a prueba en una de las academias de ballet más prestigiosas de Bélgica, Lara la aborda bailando tanto como lo hace con una disciplina meticulosa, implacable e incluso castigadora.
El director confesó que cuando era pequeño abandonó la idea de dedicarse a cantar y bailar porque en aquellos años en la sociedad estaba establecido que era «cosa de chicas». Con esta base, en una entrevista durante su presentación en la sección Un Certain Regard de Cannes, comentaba cómo le llegó la idea de hacer la película, coescrita con Angelo Tijssens: «Leí un artículo en 2009, en un diario belga, sobre una joven que nació siendo niño y que soñaba con convertirse en una bailarina. Esta historia me marcó de inmediato, y no pude dejar de pensar en ella». GIRL recibió en el pasado Festival de Cannes el Premio FIPRESCI, la Caméra d’Or, la Queer Palm y el Premio del Jurado Un Certain Regard a la Mejor Interpretación para su protagonista, Victor Polster.
Según Variety «Para Lara, el baile importa más que las citas, más que nada, y como tal, la película relativamente modesta de Dhont logra abarcar los temas de «Billy Elliot» y «Tomboy», y merece el reconocimiento de ambos». Por su parte, IndieWire «pocos dramas narrativos (si los hay) han explorado con mayor sensibilidad los matices de crecer transgénero, la valentía requerida para la transición y la lucha por la autoaceptación que puede motivar o definir ese proceso». Hollywood Reporter añade que «las secuencias de baile también refuerzan visualmente una de las metáforas centrales de la obra, que es la adolescencia, y más específicamente encontrarse a sí mismo, una coreografía muy compleja o una cuerda floja que requiere medidas iguales de equilibrio y gracia…» Para The Film Stage «Con gran mérito el director hace hincapié en nunca poner a Lara en ninguna de las situaciones que esperamos de las películas sobre experiencias transgénero. No escuchamos injerencias y casi no percibimos prejuicios, al menos no de la manera en que lo haríamos hace unos años. Girl es una película que desea mostrar que su situación, existencial en muchos sentidos, seguramente ya es lo suficientemente dura como es».