La película de la semana: Dunkerque
Christopher Nolan se mete de lleno en el género bélico con la Operación Dinamo, una evacuación que salvó a más de 300.000 soldados aliados del ataque de los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
Hace unos días, Nolan colaboró con el British Film Institute para organizar un ciclo de películas en el BFI Southbank de Londres donde, bajo el título Christopher Nolan Presents, se proyectaron algunos de los títulos clásicos que le han influído en la realización de la película, muchos de ellos no necesariamente bélicos, ya que, como comenta el director «decidí acercarme más a Dunkerque más como historia de supervivencia que como película de guerra».
Para él, «Sin novedad en el frente (Lewis Milestone, 1930) lo dijo primero y lo dijo mejor: la guerra deshumaniza. Revisitando esa obra maestra es difícil no estar de acuerdo que la intensidad y el horror nunca han sido mejorados. Para mí, la película demuestra el poder de resistir la convención de encontrar significado y lógica en el destino individual.»
Así, continúa Nolan, «otros títulos exploran las posibilidades de la narración puramente visual, ya sea literalmente, en el caso de las epopeyas silenciosas – Avaricia (1924) y El amanecer de Murnau (1927) – o en parte, como las emocionantes playas azotadas por el viento y las olas de La hija de Ryan (David Lean, 1970). La relación del espectáculo geográfico con el impulso narrativo y temático en estas obras es extraordinaria e inspiradora. Cine puro».
Volviendo al género bélico hace mención expresa a «La Batalla de Argel (Gillo Pontecorvo, 1966), una narrativa de verité intemporal y que afecta la empatía con sus personajes de la manera menos teatral imaginable. En la película nos preocupamos por la gente simplemente porque nos sentimos inmersos en su realidad y las probabilidades que enfrentan» y «finalmente, ningún examen del suspense cinematográfico y la narración visual estarían completos sin Hitchcock, y su virtuosismo técnico en el retrato Enviado especial (1940), en el que el derribo de un avión en el mar proporcionó la inspiración para mucho de lo que intentamos en Dunkerque».
El resultado de la realización de un director tan versátil – Memento (2000), The Dark Knight Rises (2012) o Interstellar (2015)- es, para la mayor parte de la crítica, excelente. Así, para The Hollywood Reporter «Dunkerque es una obra maestra impresionista. Estas no son las primeras palabras que se espera que se apliquen a un gigantesco entretenimiento de verano, montado por uno de los directores comerciales de mayor renombre de la industria. Pero se trata de un film de guerra como pocos, uno que puede emplear un lienzo grande y caro, pero que transmite el todo a través de momentos aislados, brillantemente realizados, a menudo privados, más que a través del espectáculo, aunque de ello también hay». Para The Guardian «es una película poderosa, magníficamente hecha a mano, con una historia que contar, evitando lo escabroso de la guerra en favor de algo desolado y apocalíptico, un paisaje de vergüenza, lleno de soldados zombificados por la derrota, un mundo sombrío con casi ninguna mujer en la pantalla. Es la mejor película de Nolan hasta la fecha». Así, para Reels Wiew «aunque Dunkerque es técnicamente una película de guerra, su tono y estilo son los de un thriller de alto octanaje. Para su cinta más seria hasta la fecha, Christopher Nolan ha empleado todas las armas en su arsenal para confeccionar algo que, a pesar de la fecha de lanzamiento de julio, inofensiva al Oscar, casi seguramente será recordada cuando se presenten las nominaciones a mejor filme». Dolan también hace referencia, en su repaso de películas influyentes, a Carros de Fuego (1981) en la forma inteligente de envolver una banda sonora a lo largo del desarrollo del argumento, un hecho que también aplauden los críticos en Dunkerque, como USA Today: «Es también una de las películas con mejor Banda Sonora de la memoria reciente, y la música de Hans Zimmer juega un papel tan importante como cualquier personaje. Con las tonalidades de las Variaciones Enigma de Edward Elgar, las melodías son gloriosas, sin embargo, Zimmer también crea una banda sonora instrumental de reloj que es una fuerza propulsora en las escenas de acción».