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La película de la semana: Desconocidos

«I’ll protect you from the hooded claw  Keep the vampires from your door». La letra del éxito de Frankie Goes To Hollywood, The Power of Love, impregna toda la nueva película del director de Looking, Andrew Haigh.

Haigh, de 50 años, considera All of Us Strangers su película más personal hasta la fecha. De hecho, lo est tanto que el director rodó escenas en su propio hogar de la infancia, algo que decidió mientras iba escribiendo el guión. Resulta sorprendente pero, salvo su ópera prima Greek Pete, todas las películas de cineasta inglés, Weekend (2011), 45 Years (2015), Lean on Pete (2017) y la última All of Us Strangers (2023) han sido aclamadas por la crítica por práctica unanimidad. Basada libremente en Strangers, la novela japonesa de 1987 de Taichi Yamada, la historia sigue a Adam, un hombre solitario interpretado con trágica quietud por Andrew Scott que vive en el mismo complejo de apartamentos que Harry, Paul Mescal, un hombre despreocupado que se ve arrastrado al mundo de Adam. Y, solo para que la película esté a la altura de su género de fantasía y sobrenatural, Adam ve a sus padres de la misma edad que él y viviendo sus vidas como si fuera ayer. Sin embargo, esto no tiene mucho sentido ya que sus padres murieron en un accidente automovilístico cuando él era un niño.

La película efectivamente devuelve a Andrew Haigh al escenario de su primer triunfo, Weekend (2011), un éxito de taquilla en el Reino Unido y los EE. UU. incluso aunque recibió un estreno limitado. Su franca descripción de una aventura nocturna entre dos hombres homosexuales captó la atención de una comunidad que respondió bien al ver una relación sexual y emocional manejada de una manera tan sincera en la pantalla. El éxito comercial y de crítica de la película le abrió las puertas a Haigh en Estados Unidos, de tal forma que HBO le fichó para crear la serie de televisión de culto Looking. Al igual que Weekend, All of Us Strangers está ambientada en parte en un apartamento de gran altura -este mira hacia un distante horizonte de Londres- pero se aleja del realismo firmemente arraigado de su predecesor.

El autor aseguró que con Desconocidos quería transmitir los desafíos particulares que enfrentan los hombres homosexuales- como él -que nacieron durante la década de 1970, se salvaron en gran medida de las oleadas de muertes causadas por la crisis del SIDA y, sin embargo, tuvieron que enfrentarse a su sexualidad bajo la sombra de esa epidemia y durante un período correspondiente de virulenta homofobia. “Salir del armario en los años 90, a la sombra del SIDA y el VIH, ser gay y tener sexo gay se equiparaba con la muerte, la enfermedad y el aislamiento social». La película, de esta forma, ofrece una reconciliación entre las actitudes de finales de los 80 sobre la homosexualidad y el SIDA y la apreciación más sólida, aunque todavía ambivalente, del orgullo gay en la actualidad.

«Son bandas queer que salieron en los años 80 y eran bastante subversivas sin que nadie se diera cuenta de que estaban siendo subversivos, lo cual me encanta». En declaraciones a varias publicaciones, el director Andrew Haigh habló sobre el uso de algunas canciones en la película, particularmente el uso destacado de las canciones amadas personalmente The Power of Love y Always on My Mind en la película, así como momentos vividos en su juventud como las escenas filmadas en Royal Vauxhall Tavern, «un club gay en el sur de Londres donde pasé todos los sábados por la noche durante toda la década de 1990».

Para The Telegraph «La película es heroicamente descarada sobre el poder del amor, expresado a través de fotografías extraordinarias (de Jamie D. Ramsay, quien levantó Living) y un cuarteto de estrellas que rebotan entre sí para alcanzar niveles estratosféricos de actuación.Brilla y duele». Según The New York Times «Haigh es un cineasta tremendamente lírico, y All of Us Strangers se desarrolla en un espacio que parece un sueño o una alucinación, palpitando con la ondulante avalancha del amor que transforma una vida de monocromática a todo color». Para Washington Post «Sus temas elegíacos pueden hacer que All of Us Strangers suene como un plomazo, cuando no lo es. Se trata de una intrigante y desconcertante madriguera disfrazada de drama romántico, con todos los placeres sensuales que sugiere el género». Y para USA Today «Llamarlo inquietante puede ser triste pero también acertado: con una excelente actuación de Andrew Scott como un guionista queer en una encrucijada, “Strangers” es el tipo de bálsamo cinematográfico que no sólo toca tu alma sino que ocupa un lugar privilegiado». Y para Entertainment Weekly «El dolor es un animal divertido;se enreda en nuestros órganos y tendones, alterando permanentemente cómo amamos, cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo damos sentido a nuestra identidad.Eso es lo que Haigh está desentrañando aquí, con un énfasis agridulce en el poder del amor y su capacidad de trascender incluso la muerte misma».

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