El pasado año se cumplieron 30 años del estreno de Do the Right Thing, la película producida, escrita y dirigida por Spike Lee, que fue todo éxito crítico y comercial y recibió además numerosos reconocimientos, incluyendo nominaciones a los Premios de la Academia al Mejor Guión Original y al Mejor Actor de Reparto por la interpretación del recientemente fallecido Danny Aiello como el dueño de la pizzería Sal.
Spike Lee, volvió el pasado año con Infiltrado en el KKKlan (2018), prácticamente su primer éxito tanto crítico como comercial sustancial desde Malcolm X, estrenada en 1992. Una cinta, además, nominada para seis Premios de la Academia, incluyendo Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor de Reparto (Adam Driver). Lee, que había sido nominado por primera vez en categoría de dirección, recibió con esta película el premio al mejor guión adaptado, su segundo Oscar, ya que en 2015 le entregaron el Honorífico a su trayectoria profesional.
Y curiosamente, justo en el momento en el que se supone debería recibir más apoyo, a Spike Lee le costó hacer su 25ª película. Cuando apostó por un proyecto financieramente más arriesgado como éste, sólo un servicio de streaming como Netflix estuvo dispuesto a respaldarlo. La recién estrenada Da 5 Bloods: Hermanos de armas saluda ‘a quienes dieron sus vidas al servicio de nuestro país’, comentó Lee en la red social Twitter al compartir el primer póster de la película. En ella el director cambia de registro de nuevo, aunque sigue mirando a los fantasma del pasado de los años 70s, partiendo de un argumento en el que cuatro ex soldados afroamericanos, Paul (Delroy Lindo), Otis (Clarke Peters), Eddie (Norm Lewis) y Melvin (Isiah Whitlock, Jr.) regresan a Vietnam buscando los restos de su líder de escuadrón caído (Chadwick Boseman) y la promesa de un tesoro enterrado. Una premisa que a muchos recordará la de una película reciente, La última bandera, dirigida por Richard Linklater en 2017, la historia de tres veteranos de la Guerra de Vietnam que se reúnen 20 años después, tras la muerte del hijo de uno de ellos asesinado en la Guerra de Irak. Curiosamente el origen de esta película era similar, ya que el productor Lloyd Levin había contactado con Lee con un guión de Danny Bilson y Paul DeMeo llamado The Last Tour, sobre cuatro veteranos blancos que regresaban a Vietnam. A Lee le gustó la premisa, y él y su coguionista, Kevin Willmott, reescribieron el guión para hacer, como él mismo comenta, la primera película sobre Vietnam visto desde el punto de vista de los protagonistas afroamericanos.
Lo película se ha lanzado en unos momentos en los que resulta actual e involuntariamente oportuna, dados los acontecimientos surgidos con las multitudinarias manifestaciones y protestas provocadas tras la muerte de George Floyd, así como el auge del movimiento Black Lives Matter. La crítica vuelve a estar dividida. Por un lado, para Empire «aunque a veces desordenado y desenfrenado, Da 5 Bloods es un interrogatorio fascinante, con frecuencia apasionante y poderoso de la conexión entre el imperialismo estadounidense, el racismo anti-negro y el trauma generalizado de la guerra del país» Para TIME «la historia sigue moviéndose como un tren de carga que avanza por la vía y el efecto es desorientador. Pero incluso cuando Lee hace una película defectuosa, su espíritu es una especie de braille, un código que puedes sentir y ver». Según Entertainment Weekly «lo último de Lee es un drama superlativo, dirigido por un cineasta que mantiene el control total de sus únicos dones y los utiliza para sintetizar la historia y la Historia en algo nuevo». Sin embargo para Boston Globe «es algo extraño cuando una película resulta más dinámica cuando es más didáctica. Pero ese es el caso con Da 5 Bloods. Lee está haciendo malabarismos conscientemente con muchas pelotas: no solo hechos y ficción, pasado y presente, sino también humor, acción, drama familiar y tragedia», algo en lo que coincide con Washington Post, para el que»Da 5 Bloods es más estimulante cuando Lee se torna más polémico, ya sea durante ese prólogo vibrante o cuando se detiene para dejar caer algo de conocimiento en destellos intersticiales de historia, sabiduría e ingenio exuberante».
