La película de la semana: Corpus Christi
Corpus Christi se convirtió, el pasado año, en la 13ª cinta polaca en ser nominada al Oscar en la categoría de mejor película extranjera, una serie de nominaciones que comenzó en 1964 con Knife in the Water, la primera película de Roman Polanski y que continuó en los más recientes éxitos de Ida– que finalmente resultó la primera ganadora para el país en 2014- y Cold War, ambas del director Paweł Pawlikowski. Corpus Christi es la tercera del director Jan Komasa tras Suicide Room (2011) y Warsaw 44 (2014). Nos cuenta la historia de Daniel (Bartosz Belenia), un joven que, mientras se encuentra en el reformatorio para menores, sufre una transformación espiritual y sueña en secreto con convertirse en sacerdote. Después de obtener la libertad condicional, el niño se hace amigo del párroco de una pequeña parroquia.
El sacerdocio en el cine ha sido un tema habitual y que ha generado alguna obra maestra de interpretación. En 1951 se estrenó Diario de un cura rural de Robert Bresson, basada en la novela homónima de Georges Bernanos, que supuso el comienzo de Claude Laydu como actor y la que ha sido considerada una de las mejores actuaciones en la historia del cine. Muchas veces el clero ha servido de reconocidos papeles protagonistas o secundarios en el cine histórico (La Misión, con Jeremy Irons, 1986 o Silence, con Andrew Garfield, 2016), de terror (El Exorcista, con Max von Sydow, 1973 o Terror en Amityville, con Rod Steiger, 1979), el cine negro (Yo Confieso de Hitchcock, con Montgomery Clift, 1953), el drama (La duda, con Philip Seymour Hoffman, 2004 o El Reverendo, con Ethan Hawke, 2017) e incluso el drama romántico (Peace of dreams, con Robert Forster, 1970), por no olvidar la comedia (Nunca fuimos ángeles, con Sean Penn y Robert DeNIro, 1989) pero también como hilo principal del argumento, como Las llaves del reino (con Gregory Peck, 1944), Nazarín (con Francisco Rabal, 1959) o Las sandalias del pescador (con Anthony Quinn, 1968), y, no en todos los casos necesariamente en un sentido apologético, como en la oscarizada Spotlight (2015).
Para The Guardian «a menudo conmovedor pero también inquietante e incluso intermitentemente divertido, este drama despliega una parábola espiritual que es exclusivamente polaca pero accesible para todos». Para The New Yorker «cada vez que la película se aleja de su héroe, te sientes extrañamente impaciente por volver con él, ver sus ansias de luchar contra su conciencia y preguntarte de nuevo qué es lo que arde en su mirada azul verdosa». Para The New York Times «la idea (…) es un concepto trillado, pero es uno que Corpus Christi retrata con convicción. La película descansa sobre los hombros de (Bartosz) Bielenia, o mejor dicho, en sus ojos, que fotografían como un gris escalofriante». Según Los Angeles Times «este es un drama abrasador, intenso, perturbador e ineludiblemente que invita a la reflexión, una película que obtiene su poder de una fusión de potentes opuestos». Para The Hollywood Reporter «Komasa dirige con un rigor impresionante que se ajusta a la temática (…) Daniel nos hace adivinar si la religión es un mero escape para él o una verdadera transformación espiritual en un mundo donde el perdón no es fácil».