La película de la semana: Convicto (Starred up)
El drama carcelario dirigido por David Mackenzie se estrenará en nuestro país el 1 de abril.
Starred up forma parte ya de uno de los subgéneros que tan buenos resultados ha dado a la cinematografía: en algunos casos, como argumento de un drama, donde nos cuenta la vida en prisión de sus protagonistas, en otros enlazado con suspense o acción, en el que lo que realmente interesa es la forma de escapar de la vida entre rejas; en otros es una turbia mezcla de ambos. En todo caso, un subgénero repleto de clásicos. En el primer lote podríamos citar La colina (1960), La soledad del corredor de fondo (1962), El Expreso de Medianoche (1978), Brubaker (1980), El beso de la mujer araña (1985), En el nombre del padre (1993) o Un profeta (2009) . En el segundo tenemos La leyenda del indomable (1967), la francesa Le Trou (1960), Papillon (1973), Cadena perpetua (1994) o La fuga de alcatraz (1979), entre otros muchos.
La trama de Starred up está basada en la experiencia personal de su guionista, Jonathan Asser, psicólogo penitenciario, y la cinta está protagonizada por el ascendente Jack O´Connell (This is England o las recientes ¨71 y Unbroken, esta última dirigida por Angelina Jolie). Eric (Jack O’Connell) llega a la cárcel. El joven es un provocador organizado y especialmente violento y no tardará en perturbar, con sus locuras, el orden mafioso de la prisión. Nev (Ben Mendelsohn), su padre, que no lo pudo ver crecer, será el encargado de apaciguarlo y convencerlo de que acceda a una terapia psicológica con Oliver Baumer (Rupert Friend).
La crítica ha tenido en general una reacción unanimemente positiva. Para The New Yorker «al principio, puedes pensar, otra maldita película carcelaria de nuevo, pero Starred up tiene una textura mucho más íntima de afecto y desdén que la mayoría de cintas del género. Te sientes atrapado por cada intercambio, cada pelea». Entertainment Weekly centra su admiración en el protagonista: «Como en las actuaciones sorprendentes de Eric Bana en Chopper (2000) o de Tom Hardy en Bronson (2008), O’Connell eriza con la aterradora imprevisibilidad de un gatillo. Al verlo, te sientes como si estuvieras presenciando la llegada de una nueva estrella de cine». Para New York Daily News «temáticamente dura y emocionalmente áspera, Starred up es el tipo de película que puede entrar con cierta reticencia. Pero debido a que todos los involucrados hace un trabajo tan excepcional, es también el tipo de película que no vas a querer que termine».