La película de la semana: Blitz
Se estrena en Apple Tv+, tras un breve pase oficial en algunas salas, la nueva de Steve McQueen (12 Years a Slave, Shame), un drama ambientado durante la devastadora campaña de bombardeos nazi en la II Guerra Mundial.
La película está protagonizada por Saoirse Ronan y Elliott Heffernan como Rita, una madre londinense, y George, su hijo, quienes están separados durante la mortal Campaña de bombardeos emprendida contra Gran Bretaña a principios de los años 1940. El director, Steve McQueen, explicó en su momento a Los Angeles Times que, mientras escribía su antología televisiva de 2020 Small Axe, sobre la comunidad antillana de Londres, encontró una fotografía de un joven negro parado en un andén de ferrocarril durante la Segunda Guerra Mundial, uno de los 800.000 niños evacuados del Reino Unido durante el conflicto. La fotografía inspiró a McQueen a contar la historia del bombardeo de Londres a través de los ojos de un niño, en lugar de los de héroes tradicionales como el primer ministro Winston Churchill y el oficial del ejército británico Bernard Montgomery. McQueen se reúne con el diseñador de producción Adam Stockhausen (12 años de esclavitud, Widows), la diseñadora de vestuario Jacqueline Durran (Small Axe) y el compositor Hans Zimmer (12 años de esclavitud), con el director de fotografía Yorick Le Saux ( Mujercitas) y la diseñadora de maquillaje Naomi Donne (No Time to Die).
El historiador Joshua Levine, autor de La historia secreta del Blitz, trabajó como asesor histórico de McQueen en la película. El Blitz, abreviatura del término alemán Blitzkrieg, que significa “guerra relámpago”, fue una serie prolongada de ataques aéreos con bombas llevados a cabo por la Fuerza Aérea Alemana contra ciudades y pueblos británicos durante la Segunda Guerra Mundial. Según los Museos Imperiales de la Guerra, la campaña alemana comenzó el 7 de septiembre de 1940 con una serie de bombardeos en Londres que mataron a 430 personas e hirieron a 1.600 más. El día ahora se conoce como “Sábado Negro”. Los bombardeos regulares continuaron durante el mes de mayo siguiente, y Londres sufrió la peor parte del poder de fuego alemán. La capital fue atacada durante 57 días consecutivos. En total, más de 43.500 civiles británicos murieron en todo el país.
A lo largo de la historia ha habido numerosas películas ambientadas en el Londres de la II Guerra Mundial, sobre todo durante el propio período bélico como Enviado especial (1940), A Yank in the R.A.F.(1941), la oscarizada La señora Miniver (1941) que llevó a Winston Churchill a llamarla “propaganda que vale más que 100 acorazados” , Vida y muerte del coronel Blimp (1942), Millions Like Us (1943), que exploraba la contribución de las mujeres al esfuerzo bélico o El ministerio del miedo (1944). También terminada la guerra encontramos películas con Londres como referencia como La batalla de Inglaterra (1969), que curiosamente fue rodada íntegramente en España y con aviones de guerra de la época que además todavía estaban en servicio. También thrillers o dramas románticos como Ha llegado el águila (1976), La calle del adiós (1978) o El ojo de la aguja (1981), una notable británica de espionaje protagonizada por el recientemente fallecido Donald Sutherland y The Dresser (1983), película que fue nominada a cinco Oscars, incluídas película y dirección y sus dos actores protagonistas.
Para The Telegraph «La película de McQueen es cine británico de gran alcance, de una escala y profundidad que no se había visto desde Dunkerque de Christopher Nolan. Tanto Londres como el campo están rodados con una elegancia clásica que recuerda a David Lean, mientras que las secuencias que retratan los propios atentados estallan de pánico y horror». Según Observer «es a la vez empático y brutal, pero en el fondo hay una pizca de optimismo. Que a pesar de nuestro instinto humano de crear conflictos, podríamos hacerlo mejor. Al transmitir esto de una manera tan original, McQueen demuestra que siempre hay una nueva manera de recorrer un camino ya trillado». Para The New York Times «La película admite comparaciones con Dickens (…) Pero hay algo más que está sucediendo aquí narrativamente. Por un lado, McQueen se esfuerza por integrar en la película lo que rara vez se ve en películas de este tipo: una aguda descripción del racismo entre los londinenses, ese tipo enfurecedor que se ha calcificado tanto que aún aflora cuando la gente simplemente intenta sobrevivir». Según Los Angeles Time «Las películas de guerra siempre han hecho uso del espectáculo para acentuar los peligros existenciales, pero Blitz es un bienvenido recordatorio de que un frente interno magullado, inquisitivo y defectuoso, en los últimos días del imperio, también era su propio y fascinante terreno emocional.» Y para Vanity Fair «es un mosaico que no siempre se une perfectamente, pero que en su conjunto es convincente y desgarrador. La película es también una poderosa visión del caos y el fuego, de la música y el movimiento, de una ciudad que se agita para mantenerse a sí misma».