El álbum fue, probablemente, el mejor disco nacional de 1992. Hace hoy 30 años Kiko Veneno publicaba su tercer álbum en solitario (con tres más firmados por Veneno).
En 1992, tras El Pueblo Guapeao (1989), Kiko Veneno pasó a formar parte de la plantilla de BMG-Ariola y comenzó una nueva etapa en su carrera, la de mayor éxito comercial, con la publicación de Échate un cantecito (1992) producido por Joe Dworniak. El álbum, con el apoyo decisivo de Santiago Auserón, llevó a Veneno a los primeros puestos de las listas con éxitos como Echo de menos, Lobo López, Joselito o En un Mercedes blanco– alcanzando el punto álgido en mayo del 93, momento en el que Juan Perro y Kiko Veneno se embarcaron en una gira por teatros titulada Juan Perro y Kiko Veneno vienen dando el cante que ese año les llevó a 11 ciudades españolas, con el ánimo de «eliminar lo superfluo, buscar lo natural y continuar un imprescindible diálogo musical que nos permita aprender» y donde les acompañaban Raimundo Amador, Luis Auserón o Edu Nascimento. En una entrevista a El País, Santiago Auserón comentaba «el disco Échate un cantecito, de Kiko Veneno, es el emblema de esta historia porque se puede compartir. Tarde o temprano será un éxito porque es lo que necesita este país. A partir de ahí, los elementos encajan solos. Es un signo que anuncia sorpresas venideras, pero no tenemos que arriesgar sólo nosotros, porque si no el rock español se muere». Para celebrar este aniversario Kiko Veneno ha anunciado conciertos especiales, de momento en el Alhambra Monkey Week el próximo 25 de noviembre junto a Vera Fauna.
