Varias son las razones por las que el debut de Kan Wakan puede llamar a priori tu atención: por un lado, la misma portada del disco de los Storm Studios, con una foto tomada en Joshua Tree e inspirada en las famosas cubiertas de Pink Floyd creadas por el recientemente fallecido Storm Thorgerson. Por otro, el acreditado canal HBO ha utilizado una de sus canciones como promoción de sus novedades para esta primavera; además, el álbum cuenta con la solvente producción y mezcla de los ganadores de los premios Grammy Darrell Thorp (Radiohead, Beck , Gnarls Barkley) y Tom Elmhirst (Adele, Amy Winehouse, Arcade Fire).
Ya el pasado año nos llamó poderosamente la atención su adelanto, Forever found, que fue destacada entre las canciones favoritas de 2013 en Alta Fidelidad. En el single sobresalía la extraordinaria y conmovedora voz de la vocalista, Kristianne Bautista y su sonido retro-rock sound, inspirado en los 60’s y 70’s. La formación- cuyo nombre está inspirado en una palabra en tagalo, lengua materna de Kristianne- es esencialmente un trío asentado en Los Angeles compuesto por el compositor/multi -instrumentista de origen búlgaro Gueorgui I. Linev, junto a la citada cantante, Kristianne Bautista y el productor / guitarrista Peter Potyondy , pero en el escenario pueden llegar a ser seis o siete personas, debido al enfoque orquestal de sus composiciones. De hecho, un elemento esencial en el álbum es la participación de la Orquesta de Cámara Metamorphosis, dirigida por el tío de Linev , el director musical Stefan Linev.
En Moving on podemos intuir líneas de misteriosa psicodelia, jazz noir, pop orquestal y una constante presencia cinematográfica, que por momentos evoca las composiciones de Ennio Morricone. Esta línea épica cuenta con una hiperproducción sinfónica que podría resultar desmedida para muchos, una producción ambiciosa que podría parecer pretenciosa para otros, como en la orquestal Midnight Moon, dividida en dos partes y que dura hasta 11 minutos. Así, de éste, que fue un proyecto inicialmente planteado como un álbum instrumental y creado en el propio dormitorio de Gueorgui I. Linev junto a un pequeño grupo de cámara compuesto por cuerdas, metales y percusión surge, contradictoriamente, una propuesta moderna e interesante, un debut prometedor que avisa que podemos estar ante un grupo con futuro.
