Juego de Tronos, cuarta temporada: primeras impresiones
La serie vuelve a la televisión estadounidense y también a nuestro país, en versión subtitulada en Canal+.
La cuarta temporada introducirá algunas tramas del cuarto y quinto libro de esta ficción ambientada en la época medieval. Los nuevos episodios contarán con más de 20 caras nuevas en su reparto, entre las que se encuentran las de Roger Ashton-Griffiths (Marce Tyrell), Pedro Pascal (Oberyn Martell, conocido como La Víbora Roja), Indira Varma (Ellaria Arena) o Joseph Gatt (Magnar de Thenn, Michiel Huisman).
En esta temporada nos encontramos varios escenarios: el rey Joffrey se prepara para casarse con Margaery Tyrell, Jaime Lannister busca reavivar su relación con su hermana Cersei, mientras que Daenerys sigue sumando más soldados paraa su ejército y el Castillo Negro está a punto de ser atacado por los Salvajes….
Como siempre la crítica se ha adelantado tras ver en exclusiva los tres primeros episodios. Son, en general, todo elogios para el comienzo de la nueva temporada, a pesar del elevado listón con el que terminó la anterior. Así, Washington Post concluye que «la serie te muestra que no hay límite en lo desesperanzadora que puede llegar a convertirse, y, en los pocos minutos antes de comenzar un nuevo episodio, uno puede ya prepararse para lo peor.Estoy indeciso sobre eso es o no una cualidad beneficiosa a largo plazo…» Los Angeles Times apunta que «no a todo el mundo le gusta la fantasía. Es, con mucho, el género más difícil de hacer, vender y mantener (…) Las espadas y la hechicería la hacen interesante, pero aún más la sorprendente variedad de temas: el amor y la muerte, la venganza y la lealtad, la libertad y la esclavitud, la codicia y generosidad, poder y sumisión, la pasión y la compasión, la paternidad y la infancia y la responsabilidad de una sola persona hacia la familia, a los dioses, y el paso del tiempo la que la hacen grandiosa…» Boston enfatiza uno de los secretos de la serie: «sigue siendo una especie de milagro que entre el trabajo de los guionistas y la habilidad de los actores sean capaces de entremezclar historias sobre dragones y dioses míticos y habituales problemas familiares con esa dosis de realismo cotidiano…»