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Inq – Angst under the red light

La primera escucha del disco debut de Inq nos hace pensar que el testamento redactado por The Velvet Underground a finales de los sesenta ni tiene ni tendrá fecha de caducidad. Y es que este Angst under the red light (Junk Records, 2006) se une a la línea que trazaron el grupo de Lou Reed y John Cale hace cuarenta años, siguieron dibujando los crudos y entusiastas Modern Lovers, hasta pasar por ese sonido amateur y catártico de los Violent Femmes; es decir, lo que posiblemente sea el lado más inconformista y sencillo de ver el rock.

Con la formación inicial compuesta del típico cuarteto de voz, guitarra, bajo y batería, los tarraconenses se atreven a utilizar diversos instrumentos no usuales en un grupo de rock (trucos a lo Violent Femmes), como un carrillón en la acústica y apacible I hate the songs about people missing trains o en la inicial Toothy monster. También se atreven con el clavicordio en la canción con más tendencia pop y con más posibilidades de éxito del disco, Angst under the red light. Cabe destacar el gran parecido entre la voz del cantante Carles Ribas y Jonathan Richman, el cual evoca esa crudeza vocal típica del de Boston y que formó parte clave del llamado proto-punk. También acuden al punk como fuente de inspiración, ya sea con mayor garra en Wisdom monkeys, o coqueteando de nuevo con el pop en Monday 9:00 PM.

La faceta más velvetiana se deja ver en los solos a lo largo de todo el disco, con esas guitarras espasmódicamente rasgadas y esos punteos tremendamente eléctricos. El ejemplo más claro es la rotunda The end of complacency, uno de los mejores momentos del disco, y que recuerda a esos gloriosos Sister Ray o What goes on de los neoyorquinos. Con tres acordes y un ritmo simplón consiguen conducirnos a un alto grado de entusiasmo y de vitalidad a lo largo de casi siete minutos. Otro de los temas a destacar es la vitalista The saddest chord, donde consiguen expresar con gran intensidad la tristeza, necesidad y soledad de una relación «heading home / when worry’s over / and music draws a perfect hi-fi dawn / and you need someone / to tie your arms around»). A lo largo del álbum se reconoce esa angustia latente en las letras de los tarraconenses, que es evocada a través del fracaso, la perdición y, sobre todo, el amor.

Reciente fichaje del sello Junk Records, los Inq han grabado el disco en la Audiocueva de Barcelona, contando con la participación de gente como Maick Alemany, Alejandro Mazzoni o Jens Neumaier (12Twelve) en la producción. Disco y banda con buenos ingredientes iniciales a los que sin duda habrá que seguir su evolución a lo largo de los próximos años.

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