Primavera Sound. Prólogo: Sr Chinarro y Come.
(Continuación de la tercera jornada, dís sábado 25 de mayo)
Después de tres días recorriendo de punta a punta el inmenso recinto del Fòrum donde se celebraba el grueso de los conciertos del Primavera Sound 2013, el plan de acudir al cruce de la Avinguda Paral.lel con Nou de la Rambla para un último asalto parecía asequible incluso para los cuerpos más achacados. Entre el programa de las dos salas de Apolo y la del Teatro Barts había todavía cosas interesantes por ver, y decidimos poner el broche de oro al festival con la cobertura del concierto de la mítica banda americana Come, que se volvieron a reunir el año pasado con su formación original casi al completo para conmemorar el 20º aniversario del lanzamiento de su primer trabajo, 11:11 (Matador/Placebo/SubPop, 1992). De paso vimos un rato del directo del Sr Chinarro, y aprovecharemos también para cerrar con algunas conclusiones.
El sevillano Antinio Luque se personó en la Barts en solitario, equipado solo con una guitarra, su voz, una aparente resaca que no le impidió deslizar una a una sus canciones con soltura, y un material que siempre arranca sonrisas de complicidad y aprobación en el público que va a verle. Fue un concierto acústico e íntimo, muy distinto al que ofreció en la última edición del Primavera Club, que amenizó los prolegómenos de otro que iba a ser también radicalmente opuesto. Y en seguida se agolpó la gente en las primeras filas para ver a los de Boston escupir su lóbrego pesimismo desde las guitarras y la voz ajada de Thalia Zedek. No parece que lleve muy bien la aproximación a los 50, pero escoltada por su viejo conjunto de guitarra, bajo y batería a la antigua usanza, cualquiera diría que han pasado ya 20 años. No rejuvenece, pero tal vez hayan abierto de nuevo esa ventana al pasado para no dejarlo del todo atrás.
Porque, para bien o para mal, hay gente que se resiste a abandonar la mejor época de su vida, aunque ya solo sea un recuerdo. Por fortuna para Zedek, los Come tienen algo más que la memoria para evocar la suya: una brillante carrera durante los ’90 que se apagó, precisamente, cuando su época acabó, en los albores del nuevo siglo. El suyo es un sonido con denominación de origen propia de los años del grunge, de ese momento previo a la separación del rock alternativo en slowcore y hardcore, y ayer en directo nos transportaron allí. Mientras Thalia Zedek canta con escozor y asienta las bases de cada canción con la guitarra, Chris Barkow, el otro guitarrista, asienta duros latigazos de distorsión, alternados con cristalinos punteos de flotación o arpegios, dilatados y lentos, que siempre planean a baja altura. Porque en Come, la aceleración proviene de Arthur Johnson, batería y primer integrante en abandonar la formación en 1995, y la tormenta y la calma se funden el rojo y negro.
Todavía quedaba en Apolo el triplete de Deerhunter, pero decidimos acabar con el buen sabor de boca que nos dejó Come, y no porque la banda de Bradford Cox fuera a empeorar el regusto final, sino porque el contacto del conjunto de Boston con otra formación o sonido que no procediera de su época podía provocar su desaparición de la foto, como los hermanos y hasta la mano de Marty McFly en Regreso al futuro 1. Fue, por tanto, el último concierto de una edición de Primavera Sound que, aunque pasará a la historia por ser la que más asistentes ha acogido (unos 170.000), no lo ha hecho tanto en el apartado estrictamente musical. Obviamente no hemos visto ni el 25% de la oferta total, por lo que es una opinión muy sesgada y, como siempre, personal. Pero a grandes rasgos la evaluación final podría ser la de notable alto, que para el Primavera es casi una afrenta.
En cualquier caso, diría que la excesiva presencia de artistas cabeza de cartel eclipsó las posibilidades de exploración y conocimiento de nuevas bandas: la obligación de ver a Blur o a Nick Cave, por ejemplo, impidió a mucho descubrir los alucinantes directos de Goat o Dan Deacon. Nosotros, que asistiremos la semana que viene al Optimus Primavera Sound, hemos podido esquivar algunas coincidencias, y nos complacerá mucho poder cubrir sin presión los conciertos de Local Natives, Four Tet, The Breeders, Manel, Dead Can Dance o los mismos Blur y Cave. Y después, a esperar otro año para una nueva edición, con los Neutral Milk Hotel ya confirmados desde antes de que acabara esta. Será del 29 de mayo al 1 de junio de 2014.
Fotos de Pablo Luna Chao.
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