Hara-kiri.Muerte de un samurai: primeras impresiones
El genial Takashi Miike regresa con una película que entronca con 13 asesinos.
Un elegante filme de época, de acción contenida y explosiones de violencia controladas con maestría. Ichimei narra la historia de Hanshiro, un samurai que llega a la residencia de un clan con la intención de terminar con su vida llevando a cabo el ritual del harakiri. El líder del clan intenta disuadirlo contándole la trágica historia de Motome, un joven que, poco tiempo atrás, llegó a ese lugar con las mismas intenciones. Miike construye un filme en tres dimensiones que, a través de flashbacks, se adentra en el terreno del amor y de la venganza. El film es un remake que hace uso de la tecnología 3D para presentar una versión del clásico Harakiri (1962) de Masaki Kobayashi.
«Hara-Kiri es formal y deliberadamente tranquilo casi hasta la exageración. Cuenta con el tipo de movimientos de cámara lenta típicos de Kenji Mizoguchi, uno de los cineastas japoneses más grandes del siglo 20 – o al menos uno como Miike…» destaca NPR. Time Out New York señala: «Lo que sobresale es la puesta al día con el uso notable del 3-D: Miike toma las limitaciones inherentes del formato, especialmente la tendencia a la oscuridad visual, y, a su favor, nos sumerge totalmente en un mundo impregnado de la podredumbre moral y ética…». The New York Times apunta que: «Más emocionante que impactante, se sucede lentamente y con gracia, y las pocas escenas de derramamiento de sangre son emocionalmente más intensas que ostentosas…» Village Voice explica que «Hara-Kiri: Muerte de un samurai (…) bien puede ser la mejor película de Miike, una pieza de narración épica que arranca concienzudamente las costras de la honorable mitología samurai…». Por último, New York Post advierte: «Los aficionados al cine con la esperanza de ver otra orgía megaviolenta de Miike se sentirán decepcionados – o quizás no. Hara-Kiri cuenta con un guión inteligente, una sólida actuación y el suficiente caos como para evitar que los fans de Miike se batan en retirada».
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