Fundación: primeras impresiones
Se estrena la adaptación de la icónica saga de Isaac Asimov en Apple TV+.
Basada en la influyente trilogía de novelas del mismo título de 1951 de Isaac Asimov, Foundation está considerada como uno de los mejores libros de ciencia ficción de todos los tiempos y anteriormente había inspirado muchas películas y series de televisión. Foundation comenzó como una serie de cuentos en la revista Astounding Science Fiction en la década de 1940 y finalmente se convirtió en una trilogía de libros publicados en la década de 1950. Profesor de bioquímica en la Universidad de Boston e hijo de inmigrantes judíos rusos, Asimov se había inspirado en La historia de la decadencia y caída del Imperio Romano de Edward Gibbon, así como en las teorías de Arnold Toynbee sobre los ciclos de la historia. Las primeras cuatro historias fueron recopiladas, junto con una nueva historia introductoria, y publicadas por Gnome Press en 1951 como Foundation. Las últimas historias fueron publicadas como Foundation and Empire (1952) y Second Foundation (1953), dando como resultado la Trilogía de la Fundación, como todavía se conoce a la serie. En 1981, sus editores convencieron a Asimov de que escribiera un cuarto libro, que se convirtió en Foundation’s Edge (1982). Cuatro años más tarde, Asimov siguió con otra secuela, Foundation and Earth (1986), a la que siguieron las precuelas Prelude to Foundation (1988) y Forward the Foundation (1993), publicadas después de su muerte en 1992.
La influencia fue clave tanto en años posteriores en sagas de ciencia ficción como Star Wars pero también entre sus contemporáneos. Frank Herbert, escribió Dune como contrapunto a Foundation. Tim O’Reilly en su monografía sobre Herbert escribió que «Dune es claramente un comentario sobre la trilogía de la Fundación. Herbert ha echado un vistazo a la misma situación imaginativa que provocó el clásico de Asimov, la decadencia de un imperio galáctico, y lo reformuló de alguna manera que se basa en diferentes supuestos y sugiere conclusiones radicalmente diferentes».
La ahora serie pudo haber sido una trilogía de películas. En 1998, New Line Cinema había gastado 1,5 millones de dólares en el desarrollo de una versión cinematográfica. El fracaso en el desarrollo de una nueva franquicia fue en parte una razón por la que el estudio firmó para producir la trilogía cinematográfica El señor de los anillos. Desde 2008 estuvo el proyecto en manos de Columbia Pictures (Sony) con varios directores, pero el proyecto no se materializó porque muchos de los mejores escritores de ciencia ficción les resultó abrumador reducir la extensa saga a un formato de largometraje. HBO adquirió los derechos cuando estuvieron disponibles en 2014 pero el proyecto tampoco llegó a buen puerto.
El cineasta David S Goyer estaba trabajando junto a James Cameron como guionista en Terminator: Dark Fate, cuando recibió la noticia de que los derechos del clásico de ciencia ficción Foundation del visionario autor Isaac Asimov estaban disponibles. Goyer ha expresado que espera que la saga pueda desarrollarse en más de 80 episodios – la de Juego de Tronos terminó con 73 episodios- así que lanzó el órdago de ocho temporadas a Apple. Para su realización hay más de 100 personajes en el elenco y las audiciones se llevaron a cabo en 17 ciudades de todo el mundo. Gran parte de la filmación se realizó en Troy Studios en Limerick y el programa es la producción más grande de Irlanda, empleando a más de 500 miembros del equipo. Cincuenta artistas trabajaron en el diseño de 170 decorados, 13 tipos diferentes de naves espaciales y seis planetas diferentes, cada uno con su propio lenguaje escrito. Y esos «planetas» estaban ubicados durante el rodaje en distintos países como Malta, Islandia Alemania o incluso aquí en España, en Fuerteventura y Tenerife.
La reacción en los primeros episodios ha dividido a la crítica casi a partes iguales: «Las partes individuales de esta ecuación de la Fundación se suman a algo que es muy bonito y un poco aburrido. Los libros de Asimov se han considerado durante mucho tiempo imposibles de adaptar. Esta versión es un esfuerzo noble que no puede resolver el problema del todo» asegura Rolling Stone. Para The Guardian «todo se ve muy bien (…). Cada centavo del presupuesto está en la pantalla. Pero como tantas otras adaptaciones de peso pesado, Foundation definitivamente no es liviana. Se toma a sí misma muy en serio». Según Observer «Foundation es una epopeya grandiosa y arrolladora, pero también es un maremoto que no deja más que incomprensión a su paso». Para TIME «para los no iniciados, los primeros episodios de Foundation pueden ser una tarea ardua y mucho menos comprensible. (…) Pero en este caso, la paciencia vale la pena». En comparación a la serie de ciencia ficción del pasado año Raised with Wolves para The New York Times «Foundation» es más consistente que «Wolves», pero menos magnética debido a sus concesiones a las expectativas de la ciencia ficción». Y según Variety, sin embargo, «sí, puede ser indulgente, serpenteante y más complicada de lo necesario. Pero eso se siente algo inevitable, dado el alcance de la tarea en cuestión (…) es por lo demás ágil y atractiva, incluso para aquellos que no están familiarizados con el trabajo que la inspiró en un principio…» Al igual que ocurría en el comienzo de Juego de Tronos, para Collider «Foundation a veces se siente un poco confusa, debido al inconveniente de tener varias narrativas que se ejecutan simultáneamente. … Pero eso finalmente sirve como un cumplido para la serie en su conjunto; que por grande que sea su alcance, el espectador todavía se engancha en personajes individuales, queriendo saber su destino». Según Forbes «Foundation tenía una tarea monumental por delante para tener éxito. ¿Cómo modernizas una historia de ciencia ficción embriagadora y rica en diálogos que abarca tanto espacio y tiempo en una serie compacta? (…) hicieron un trabajo asombroso al tejer esos complejos hilos en un hermoso tapiz cinematográfico».