Full Circle: primeras impresiones
Una investigación sobre un secuestro en Manhattan revela secretos y conexiones fuera de la ciudad de Nueva York en la serie limitada de Steven Soderbergh y Ed Solomon que se estrena esta semana.
La serie sigue a un grupo de residentes de la ciudad de Nueva York cuyas vidas se entrelazan inextricablemente después de un crimen fallido que amenaza con descubrir secretos guardados durante mucho tiempo. El paso de Steven Soderbergh por televisión se remonta ya a más de treinta años, poco tiempo después del éxito de Sex, Lies, and Videotape y el fracaso de Kafka. Dirigió en 1993 dos episodios de la serie Fallen Angels, serie producida por Sydney Pollack y que incluía reputados directores y el reparto de afamados actores. Su primer gran éxito televisivo no llegaría hasta diez años más tarde con la miniserie Behind the Candelabra, ganadora en los Emmy en su categoría como mejor director y actor (Michael Douglas), en la que se dramatizaban los últimos diez años en la vida del pianista Liberace y la relación que tuvo con Scott Thorson. A esta serie le siguió The Knick, con dos temporadas, que narraba la vida en un hospital de Nueva York a principios del siglo XX y la introducción de innovaciones científicas y técnicas de carácter médico. Su última incursión como director en televisión fue la innovadora miniserie Mosaic– aunque fallida para la crítica- para HBO, que salió como aplicación para móvil en noviembre de 2017. Con la app de Mosaic, el público podía decidir cómo quería que se desarrollase el misterio sobre una autora para niños (Sharon Stone) que aparece muerta en un pueblo con un resort de ski. Al final de cada capítulo los espectadores tenían que elegir entre dos personajes para que la historia continuase. HBO estrenó la serie, sin las opciones interactivas.
Soderbergh dirigió los seis episodios de Full Circle desde lo que comenzó como un guión de 550 páginas escrito por el guionista de Bill & Ted y coguionista de Men in Black, Ed Solomon. La pareja colaboró previamente como director y guionista en la citada serie de misterio y asesinatos Mosaic y en la película No Sudden Move, aunque esta vez no hay juegos interactivos. «Incluso para los estándares de Ed, esta es una narrativa compleja que logra ser tanto caleidoscópica como íntima», bromeó Soderbergh cuando dio a conocer el proyecto.
La versatilidad de Soderbergh es tan patente que llegó a estar nominado el mismo año por dos películas tan distintas como Traffic y Erin Brockovich, el único director por dos películas diferentes en los Premios Óscar, los Globos de Oro y los premios del Directors Guild of America. Su cine favorito se refleja normalmente en todo lo que haga, sea cual sea el formato, incluso el de mayor vanguardia, su mayor predilección actualmente, con herramientas digitales (incluida la filmación ocasional en iPhones) y rodando y editando él mismo bajo seudónimos. Por ejemplo el clásico Todos los hombres del presidente (Alan J. Pakula, 1976), que él mismo definía para The New York Times “uno de los mejores ejemplos de una película que logró tener un cociente sociopolítico y aun así ser increíblemente entretenida. Tengo la sensación de que puedes equilibrar esas cosas, y que el público se quedará quieto, incluso el público actual, si siente que existe una conexión real entre el contenido político de la película y sus vidas”. Su gran influencia, sobre todo, es la Nueva Ola estadounidense de los años 70- un movimiento similar al que él mismo ayudó a reavivar en los años 90 dentro del mundo independiente- un realismo cinematográfico que conjuga eficazmente entretenimiento y autenticidad, como The Conversation (Francis Ford Coppola, 1974) o The Last Picture Show (Peter Bogdanovich, 1971) y que introduce el elemento de un colectivo de personas como protagonista en lugar del habitual esquema de Hollywood y que Soderbergh supo adaptar en la oscarizada Traffic. Con todo ello, no deja atrás su querencia por el cine de espías del mismo período- -cuando Soderbergh era un adolescente- como ha compartido en alguna entrevista, como las películas de la saga de espías de Harry Palmer, The Ipcress File, Funeral in Berlin y Billion-Dollar Brain.
La crítica está de nuevo dividida con este nuevo proyecto del director para HBO Max. Para Collider «Si bien no necesariamente todo se siente tan completo como cabría esperar de una serie titulada Full Circle, una cosa se vuelve muy clara al final: Steven Soderbergh y Ed Solomon pertenecen absolutamente al mundo de los dramas criminales». Para Boston Globe «La historia se desarrolla, principalmente en la ciudad de Nueva York, como una serie de tramas desconectadas, y la promesa es que se unirán, que, en última instancia, entenderemos cómo están todas vinculadas. Escena por escena, Full Circle ofrece un gran pasatiempo, en gran parte gracias a Soderbergh, cuya dinámica visual es maravillosamente convincente». Según The Playlist «La decisión de Soderbergh de jugar el juego según sus propias reglas sin duda ha llevado a una subestimación de sus considerables dones (…) está claro que no lo hace por elogios, rumores, premios o para enriquecerse.Está construyendo un cuerpo de trabajo, y casi solo entre sus compañeros, ese trabajo muestra tanto una voluntad de comprometerse con el momento actual como una gran pericia con las herramientas que le permiten hacerlo». Sin embargo para The Hollywood Reporter «Full Circle es un espectáculo extraño. El virtuosismo de Soderbergh detrás de la cámara hace que la serie sea convincente y con frecuencia se pueden detectar los elementos que hicieron que Solomon quisiera contar esta historia en primer lugar. Pero en términos de los valores unificadores que podría esperar dado el título de la serie y sus innumerables nombres de primera categoría.Bueno, las historias pueden encajar, pero Full Circle no».