Uno de los directores de fotografía más prestigiosos de Hollywood, nominado al Premio de la Academia en cinco ocasiones.
Roizman venía de una familia de cineastas. Su padre, Sol Roizman, era camarógrafo, y su tío, Morrie Roizman, produjo el cortometraje documental nominado al Oscar, Rembrandt, un autoretrato (1954). A la edad de 34 años, rueda su primera película de estudio, The French Connection de William Friedkin. La lente dinámica y arenosa de Nueva York le otorga a Roizman su primera nominación al Premio de la Academia, y la película misma se lleva a casa los premios a Mejor Película, Actor, Dirección, Edición de Película y Guión Adaptado. Friedkin y Roizman se unieron nuevamente para la pionera película de terror pionera El Exorcista, que le otorga a Roizman su segunda nominación al Oscar y gana premios por Sonido y Guión Adaptado.
En 1975 Roizman se une al director Sydney Pollack para el tenso thriller de conspiraciones Los Tres días del Cóndor, con Robert Redford. Luego vuelven a trabajar juntos en El jinete eléctrico (1979), Ausencia de Malicia (1981), Havana (1990) y Tootsie (1982), que le valió a Roizman otra nominación al Oscar. La deslumbrante y ganadora del Oscar Network de Sidney Lumet, una descripción oscuramente cómica de la cultura televisiva, se estrena en los cines en 1976 y le otorga a Roizman una tercera nominación por su uso innovador de la iluminación progresiva, que se vuelve más brillante y más artificial a medida que se desarrolla la historia. Al año siguiente el director Ulu Grosbard le recluta para el descarnado drama carcelario Straight Time. El director y el director de fotografía vuelven a unir fuerzas en 1981 para el misterio de época Confesiones verdaderas, que permite a Roizman emular el aspecto de las películas policíacas clásicas de Hollywood. En 1990 el director Lawrence Kasdan convence a Roizman de volver a ponerse detrás de la cámara en largometrajes para la comedia negra I love you to death. Posteriormente vuelven a trabajar juntos en Grand Canyon (1991), Wyatt Earp (1994), que le valió a Roizman su quinta nominación al Oscar, y la comedia French Kiss (1995), su último trabajo. Roizman recibió un Premio Honorífico de la Academia en la novena ceremonia de los Premios de los Gobernadores en 2017.
