La legendaria cantante francesa ha fallecido en París a los 70 años.
En su niñez, Isabelle Gall aprendió piano y guitarra y con sus hermanos formó un pequeño conjunto hogareño. Gracias a su padre, grabó un primer single a los 15 años, en septiembre de 63, el título Ne sois pas si bête, que vende 200,000 copias e Isabelle, convertida en France, se convierte en un nombre imprtante del movimiento yé-yé, una tendencia musical muy de moda en ese momento.
Sacré Charlemagne (#20 en España) convirtió a France en toda una estrella al año siguiente, tras lo cual su encuentro con Serge Gainsbourg se traduce en numerosos títulos con textos traviesos y falsamente ingenuos, como Les Sucettes. Su colaboración finalizará con dos títulos, Nefertiti y Teenie Weenie Boppie, y más tarde, en 1973, con Frankenstein.
Unos años antes, en 1965, ante 150 millones de televidentes y en vivo desde Nápoles, la joven cantante compite en Eurovisión – pero por Luxemburgo – con el título Poupée de cire, poupée de son. Esta canción es un gran éxito comercial en toda Europa -#1 también aquí- que termina grabando en seis idiomas (Muñeca de cera en España). Su nuevo éxito llega en 1967, Baby Shark, cofirmado por Joe Dassin. Después de este single, France Gall desaparece de las noticias musicales.
A principios de los 70 France Gall conoce a Michel Berger, también futuro marido, que crea un repertorio a su medida, cuyo primer título, La Déclaration en 1974, es el primero de una larga serie de nuevos éxitos a lo largo de los setenta. En 1987 vuelve a sonar ya en listas de todo el mundo gracias al single Ella Elle, un homenaje a Ella Fiztgerald. En agosto de 92, Michel Berger fallece a la edad de 44 años. France Gall, privada también de su compositor exclusivo, continúa cantando incansablemente su repertorio hasta 1997, cuando anuncia su retiro definitivo.
