Extraperlo- Desayuno continental
De un lado, descubrimos en su sonido el pop español más celebrado e independiente de los ochenta (Derribos Arias en Negroni o Golpes Bajos en Noche en la montaña, una de las más destacadas), a lo cual contribuye el hecho de haber empleado la caja de ritmos en lugar de la batería; de otro, aparecen entre los surcos del vinilo los ritmos más tropicales de los Talking Heads de David Byrne (Las palmeras del amor o Entre las plantas).
Si algo hace singular al disco, además de éstas y otras referencias, es la variedad que presenta y las letras, muy cuidadas, teniendo en cuenta que en estos ritmos latinos se suele tender a la obviedad en esas lides (el lema Sé feliz, a la larga, no da para mucho desarrollo) frente a la sofisticación que era rasgo distintivo en las letras del tropicalismo original.
En fin, un álbum que, bien sellado con Fantasmas, otra de las buenas canciones, lo convierte seguramente en una de las revelaciones en un año que también se aventura interesante en debuts y que, y esto también hay que ponerlo por delante, ya no sólo llaman la atención dentro de nuestra fronteras.
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