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Eurythmics – There must be an angel (playing with my heart) (1985)
Stevie Wonder era el invitado especial y el que ponía el sonido inconfundible de armónica en una de las canciones más celebradas de los Eurythmics, en aquel fantástico quinto álbum -seguramente el mejor de su carrera- llamado Be yourself tonight (1985), que incluía otras joyas como Sisters Are Doin’ It for Themselves con Aretha Franklin, Adrian o Better to Have Lost in Love (Than Never to Have Loved at All).