No corren tiempos especialmente buenos para el rock. Si atendemos a las trayectorias recientes de éxito y consumo, podríamos pensar que lo que en su día fue un claro monopolio o, en otros tiempos, un bipartidismo estilístico entre el pop y el rock, se ha transformado hoy, al menos, en un triunvirato en el que la electrónica juega un papel fundamental.
No obstante, se trata de una era, la nuestra, que se caracteriza por la globalización y la mezcla, y a la vez por la radical especialización estilística: nunca antes el prisma musical estuvo tan abierto, posibilitándose el cultivo estilístico más variado que se recuerda. Como si estuvieran operativos todos los géneros que el ser humano ha practicado a lo largo de su historia. Porque hay quienes tratan de decir simplemente algo nuevo, lo que sea; y hay otros que se dedican a reinterpretar el pasado, ya sea a modo de homenaje, o por la extraña concordancia que tenemos algunos con otras épocas en las que la estética sencillamente era diferente.
A Place To Bury Strangers pertenecen a este segundo grupo. Convertidos casi en grupo de culto con apenas dos Cds, los neoyorquinos han reabierto la veda del noise y del shoegaze más crudo y áspero, rememorando el final de los años ’80 y el inicio de los ’90. Un sonido de plena ortodoxia, de guitarras chirriantes y baterías de una metalizada mecánica. En 2012 publicaron su tercer trabajo, Worship (Dead Oceans, 2012), tras romper el contrato que les unía con Mute Records, y pasar a formar parte de la lista de bandas del sello de Bloomington, Indiana. Un trabajo en el que se recalca el valor estético de la banda y se refuerza la textura y la plástica de las guitarras de Oliver Ackermann, actualmente el único componente primigenio del trío.
Lo presentarán este fin de semana en nuestro país, con una cita triple enmarcada en la extensa gira que están realizando por Europa, y en la que estarán teloneados por sus compatriotas Bambara. El primero de los conciertos, organizado por la promotora On The Road, forma parte de la prgogramación del 13er Aniversario de la sala Razzmatazz. Os recordamos fechas y lugares:
Jueves 31 de octubre: Barcelona (Razzmatazz 3). 15€ anticipada (a través del portal de On The Road, en Discos Revolver y en Discos Castelló); 18€ taquilla.
Viernes 1 de noviembre: Madrid (Moby Dick). 15€ anticipada (Ticketea); 18€ taquilla. *
Martes 5 de noviembre: Vitoria (Sala Jimmy Jazz). 14€ (promoción de 11,20€ a través de Kulturtick). *
* Concierto organizado por Noise on Tour.
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