Hoy nos visitan Tripulante y crucero, que acaban de publicar su tercer disco de estudio, Meseta selva (Mont Ventoux, 2018), grabado entre los Estudios Black Betty de José Nortes y los Estudios Village Green de JC Bermejo. El equipo que capitanean Javier Peña y Ernesto Vena ha contado además para el álbum con colaboraciones como las de Alondra Bentley, Samuel Alonso (Osopardo) y Nacho Ruiz (Nine Stories). Lo presentarán en la sala Moby Dick el próximo 18 de mayo. Hoy hablamos con ellos del álbum y muchas más historias de ayer y de hoy…
Lugar y fecha de nacimiento:
Las Palmas de Gran Canaria, Marzo de 1977
Dirección actual de ensayo, corte y confección:
Madrid
¿Qué líquido – o sólido- elemento suele serviros de gran ayuda en el proceso de escritura y/o composición?
Café y pistachos
De todas vuestras influencias, ¿cuál podría ser la que más nos podría sorprender a primera vista?
Paulinho de Viola. Un brasileño muy famoso en aquel país por su influencia en las Escuelas de Samba y el Carnaval de Río.
El sonido de vuestro álbum es muy ecléctico, pero marcad vuestras líneas rojas…¿cuál es ese estilo que os sería imposible probar?
Cada día nos cuesta más hacer canciones ruidosas o con muchas guitarras saturadas. Apretar muchos pedales de distorsión nos comienza a dar dolor de cabeza. Por lo tanto, diría que el punk, el shoegaze, el hard rock, etc.
¿Soléis poneros de acuerdo cuando una canción está terminada o suelen volar los instrumentos por el estudio?
Normalmente, sí. A veces nos da por meter tantas pistas, que en el Estudio más bien pensamos en lo contrario, en quitar instrumentos.
¿Cuál es vuestro recuerdo musical- en forma de disco, actuación, familiar…-que hiciera que os dedicáseis a esta profesión?
De niño en el colegio, buscaban voluntarios para interpretar La Casa Azul de Duncan Dhu, y ahí fui yo.
¿Ese homenaje a Serrat- o a Mediterráneo en concreto- fue premeditado o surgió a medida que componíais la composición ?
Ernesto compuso la música de Mediterráneo Perdido porque le rondaba la idea, desde hacía mucho, de hacer una canción con un patrón rítmico bastante particular y que se ve habitualmente poco, y que precisamente es bastante parecido al de la canción de Serrat. No la compuso pensando en esa canción, pero, en mi caso, cuando me tocó afrontar la letra, de alguna manera sí que me inspiró bastante el espíritu de esa canción.
¿A qué músico/banda de otra década os hubiera flipado ver en directo?
Me hubiera flipado estar en las ediciones 1966 a 1968 del Festival Record de la MPB (Música Popular Brasileira). Todos los Tropicalistas y grandes artistas brasileños de la segunda mitad de los 60, pasaron por esos certámenes, ediciones totalmente históricas a día de hoy. Tal vez también a algún artista africano, como Miriam Makeba o Fela Kuti, en sus momentos de máximo apogeo. Tuvieron que ser experiencias bastantes especiales, que serían increíbles poder vivir en primera persona
¿Qué consejo deberíais haber escuchado, pero no lo hicisteis?
No toques en este o aquel sitio, que las condiciones y producción van a ser un desastre.
Ese grupo o solista nacional de cualquier década que merece/mereció más repercusión de la que tuvo:
En general, pensamos que actualmente se respeta y admira poco a los grandes grupos españoles de los años 60 y 70. Se les tiende a valorar poco, y a ver como algo antiguo y a veces casposo, cuando ves como en otros países como Estados Unidos o Reino Unido, se les tiene claramente más respeto y admiración.
Definid, con una palabra, Meseta Selva
Eclecticismo.
¿Hay alguien con quién- desde el punto de vista musical- os hayan comparado que jamás hubiéseis imaginado?
Nos comparan muchas veces con Ciudad Jardín, y en mi caso personal, no los he escuchado en mi vida.
Un momento especial que os haya dado la música, que no sea un concierto propio:
Más allá de algún logro o anécdota, las amistades y personas que conoces por el camino, es lo que termina por ser lo más especial.
Decid algo bonito de vuestro sello discográfico:
En Mont Ventoux, somos como una familia. El núcleo de personas alrededor de las personas que llevamos el sello, somos casi como hermanos, y vivimos y sufrimos cada pequeña cosa que ocurre en el sello como algo propio.
