El test de las 5: James Vincent McMorrow
Hace cuatro años el irlandés James Vincent McMorrow se ganó un hueco en el panorama indie-folk internacional con un brillante álbum de debut, Early in the Morning (Belive Recordings, 2010), compuesto fundamentalmente a base de guitarra y piano. Entonces surgieron las comparaciones con Bon Iver, debido al delicado cuidado de unas composiciones aparentemente sencillas, y al sedoso tono de su voz. En 2014 ha llegado la continuación, Post Tropical (Belive Recordings, 2014): un trabajo que se aleja del sonido de su primer álbum, basándolo más en una especie de electrónica ambiental donde su voz sale aun más reforzada. Las comparaciones, en este caso, han sido con respecto a James Blake. Esta semana está de visita por nuestro país, con actuaciones programadas para esta noche en la sala Apolo de Barcelona, y para el viernes día 24 en la Joy Eslava de Madrid. Y le hemos sometido a nuestro test a la hora del té.
Pregunta: Has tocado música durante más de diez años, pero tu primer disco no salió hasta hace cuatro años. ¿Cómo decidiste hacerte profesional?
Respuesta: No lo decidí, esto es la única cosa que he hecho: era un profesional cuando estaba en mi habitación haciendo música que nadie más oía porque era la única cosa que hacía y en la que pensaba, simplemente nadie la escuchaba. Siempre he estado muy convencido de no sacar un disco o subir al escenario hasta que tuviese algo que decir y saber cómo decirlo, así que esperé a que eso ocurriese. Pero siempre sabía que pasaría, así que siempre he considerado la música mi profesión.
P: ¿Qué edad tenías cuando te subiste por primera vez sobre un escenario?
R: Creo que no me subí a un escenario hasta los 22 o 23 años. Soy bastante reservado y tímido, era un estrago para mí al principio. Ahora me encanta, pero tiempo atrás la idea me aterrorizaba.
P: ¿Te gusta que te comparen con Bon Iver?
R: No, no demasiado. No me malinterpretes, me gustan sus discos y respeto al hombre, pero no tengo ningún interés en que me comparen con alguien que no sea yo mismo, y no creo que el que dos personas tengan la misma voz y hayan crecido escuchando la misma música sea razón suficiente para compararlos perezosamente. Quizá es porque lo que hacemos es tan único, y porque los dos somos definitivamente personas que empujamos nuestro trabajo mucho más allá que otros músicos. Si fuéramos dos estrellas de pop blandas haciendo música blanda a nadie le importaría una mierda. Creo que mi trabajo debería ser comparado con el que he hecho antes, o con el que haré después.
P: En tu primer trabajo la guitarra tenía un rol más importante, y estaba más cerca de la definición de folk que en tu nuevo álbum. ¿Por qué hubo esos cambios en Post Tropical?
R: Nunca he pensado que los instrumentos pudiesen definir las cosas, sólo pienso si un instrumento tiene la resonancia correcta y el sonido que estoy buscando. Con mi primer álbum sólo tenía guitarra y piano que tocar, y era mejor guitarrista que pianista, así que la guitarra estaba en primer plano. Pero eso no es algo folk, no te sabría decir nada sobre el folk, me encanta la guitarra y quería hacer un álbum con ella. La guitarra aún es fundamental en Post Tropical, simplemente se usa de distinta manera, es más una textura añadida profundamente en la producción. Pero es igualmente importante, este álbum está construido más como una estructura rígida, quitas la guitarra de la mezcla y no funcionaría.
P: ¿Cómo definirías tu nuevo disco, Post Tropical, a un niño de ocho años?
R: Probablemente utilizaría unas estrellas fluorescentes y un arco iris, y haría un dibujo de un unicornio. No puedo pensar otra forma de describir mi disco a un niño de ocho años, o a cualquiera.
P: ¿Y podrías hacer lo mismo como si se tratase de una receta de cocina?
R: No, eso es ridículo. Post Tropical es un disco, no lo puedes tomar y convertirlo en una receta. ¿Qué es lo que la gente dice normalmente en esta pregunta, dos partes dulce, ocho partes lágrimas, cuatro partes tiempo y dinero, algo así?
P: La instrumentación de Post Tropical es extremadamente sofisticada. ¿Ya eras consciente de ello mientras la componías o fue algo que surgió a lo largo del proceso de producción?
R: Creo que es un poco de ambos, sabía lo que quería hacer, sabía qué instrumentos iba a utilizar porque esos eran los instrumentos con los que escribía y grababa cada día, pero según el proceso se iba desarrollando la sonoridad del disco definitivamente se alteró y ajustó, lo cual es una parte inevitable del proceso. A veces oyes algo en tu cabeza, lo grabas, y no funciona de la manera que querrías, así que sigues construyendo y reconstruyendo, probando otras cosas, hasta que acabas con lo que se supone que debe ser, aunque sea completamente diferente a lo que habías escuchado en tu cabeza por primera vez. ¡Si eso tiene sentido alguno!
P: ¿Qué gran banda o músicos has descubierto recientemente?
R: Hay un rapero de Chicago llamado Mick Jenkins que me gusta mucho; el nuevo disco de SBTRKT está lleno de bellísimas ideas, pero no es un descubrimiento a estas alturas, todo el mundo le conoce. Hay este tipo joven de Estados Unidos llamado Raury que creo que lanzará algo alucinante en los próximos años, tiene la habilidad para hacerlo. Y creo que el disco de Tove Lo es realmente bueno.
P: ¿Tienes una opinión formada sobre el conflicto independentista catalán? ¿Podrías decirnos cuál es?
R: Soy reticente a hablar sobre algo de lo que no tengo una opinión sumamente informada, y lo último que quiero es dar mi opinión sobre algo de lo que no tengo el derecho a hablar, hay demasiadas personas en el mundo con opiniones formadas a medias que insisten en gritarlas a los cuatro vientos desde los tejados.
He prestado atención al asunto de todos modos, creo que la situación en Escocia lo llevará a primer plano, lo que creo que es positivo, porque como irlandés que soy, conozco bien el deseo de independencia, y sé que ese deseo no se va nunca.
James Vincent McMorrow actúa esta noche en la sala Apolo de Barcelona, y el viernes 24 en la sala Joy Eslava de Madrid.