Caso cerrado. Los miembros del sello Light in the Attic encuentran finalmente a Randall Wulff, el nombre tras el que se escondía Lewis.
En 1983, un misterioso hombre llamado Lewis grabó un álbum llamado L’ Amour , que fue lanzado en la etiqueta desconocida R.A.W.. L’ Amour es un descubrimiento de la era blog, hallado en un mercado de Edmonton por el coleccionista Jon Murphy, transmitida por el fanático de la prensa privada Aaron Levin, compartido en Internet y objeto de especulación entre los amantes de LPs curiosos. El sello Light in the Attic publicó el álbum el pasado mes de mayo y sus miembros se decidieron a encontrar a su verdadero autor, Randall Wulff.
«Randall Wulff está vivo. Vive y respira, simplemente tocando su música en la comodidad de su propia casa, con una amiga y algunos gatitos a su lado.
Durante dos años y medio, realizamos búsquedas y búsquedas y todas las pruebas sobre Lewis parecían haberse evaporado. La semana pasada, de la nada, un viejo amigo del pasado de Randall se puso en contacto con nosotros, mencionando que él vio a Randy en Canadá el año pasado. Horas más tarde, Jack Fleischer y yo reservamos dos billetes de avión y nos dirigimos a Canadá.
Sintiéndonos agotados después de 48 horas de búsqueda sin descanso, que de repente lo tuvimos a la vista. Lo encontramos calmado, frío y sereno, sentado fuera de una pequeña tienda de barrio bebiendo un gran café caliente. Él se veía bien sentado, allí disfrutando del sol de verano con su pelo rubio clásico, pantalón blanco, blanco, camisa ondulante de vestir (desabrochada confiadamente hasta el ombligo), brillantes zapatos tenis blancos, y un bastón de madera, que citó fue por un reciente accidente, pero parecía caminar bien. Tenía esa innegable encanto de algunos de esos actores de la era oro de Hollywood.
Randy no tenía ni idea sobre el reciente interés de sus viejos discos y no parecía importarle en lo más mínimo. Le llevamos un disco para él, pero él no estaba interesado. Le trajimos CDs y LPs de L’Amour. Echó un vistazo, impresionado («bonito»), y sonrió, recordando una serie de historias positivas. Luego devolvió el CD, diciendo que era para nosotros y amablemente declinó guardarlo. Randy simplemente quería mirar hacia adelante con su vida y su música y no tenía ningún interés en ser una celebridad o cualquier ganancia financiera que tuviera que ver con los discos. Él nos dijo una y otra vez, «Eso fue hace mucho tiempo» y que debimos «pasar un buen rato» con esto de las reediciones. Cuando mencionamos que habíamos estado buscándole durante años, se sorprendió, respondiéndonos que él ha estado allí todo el tiempo.
Después de una media hora charlando acerca de su pasado musical, firmó un par de copias de L’Amour (como «Lewis«) y dijo: «Os deseo todo lo mejor chicos. No voy a mirar atrás. Estoy haciendo cosas ahora que me ha llevado cuarenta, cincuenta años en escribir. No estoy buscando dinero. No estoy buscando nada. Sólo estoy rasgando mi guitarra. Sólo les deseo todo lo mejor del mundo «.
Con respecto a Randall, hemos decidido que una vez que nuestro CD / LP de se agote, no vamos a volver a reeditar L’Amour o Romantic Times, a menos que él nos indique otra cosa. No nos sentimos bien recogiendo el dinero de su arte y no compartirlo, independientemente de lo increíblemente positivo que podía haber sido. Sus derechos continuarán en un depósito en garantía en caso de que alguna vez los requiera.
En 2014, con la gratificación instantánea de la información a nuestro alcance y cada misterio resuelto en cuestión de segundos, esto es una cosa rara y hermosa. El hombre parece estar en paz, así que respetar su privacidad es lo más importante. Y para terminar, somos conscientes del pequeño porcentaje de personas que creen que todo esto sea un engaño. Con doce años de historia de nuestra etiqueta, nunca haríamos algo así como traicionar la confianza de la gente. Nosotros, como muchos de ustedes, encontramos tantas partes de esta historia más allá de lo increíble, pero después de esta reunión con Randall, podemos decir que a veces la verdad es más extraña que la ficción».
