El Hijo – Las otras vidas
Tras publicar La piel del oso (Acuarela, 2005) y Canciones gringas (Acuarela, 2006) El Hijo ya estaba más que preparado para crecer y ofrecernos su primer LP. Así nos llega Las otras vidas (Acuarela, 2007), donde nos encontramos con la vieja compañía de Abel Hernández en este proyecto, es decir, Raúl Fernández como productor, arreglista y músico, y Xavi Molero a la batería. A ellos hay que sumarle a Kieran Stephen al bajo, en un claro giro de El Hijo por sonar más como una banda bien empastada, mostrando un evidente interés por un sonido más desnudo.
Nos enfrentamos a un nuevo viaje por el mundo fantástico de Abel, que más que como cantautor (si bien hay mucho de eso en el enfoque de temas como El vals de los besos) vuelve a hacer acto de presencia con aires de trovador. Así, merced a su poética y a sus extraños personajes, nos hace partícipes de sus historias, que a veces devoramos como si de novelas de aventuras se trataran –En medio del llano-, y otras nos dejan absortos, sorprendidos por lo enigmático de su esencia –Bosques son-. Eso sin olvidar en ningún momento el envoltorio musical, que no por contar con menos arreglos es menos rico, y buena muestra de esto tenemos al comienzo del álbum con Saturnalia y 1000 cometas.
A pesar de ser un disco muy equilibrado, hay dos temas que sobresalen sin lugar a dudas. Por un lado está la bellísima Conmigo a tu vera, para la que Nacho R. Piedra ha realizado un vídeo fantástico (que podéis ver en este enlace ). El otro tema a destacar encarecidamente es Cabalgar, con el que se termina de manera excepcional este trabajo, no sin antes escuchar un instrumental oculto, que viene a ser el fondo de Bosques son sin la guitarra y la voz.
Preparado en apenas cinco días, Las otras vidas ha sido grabado en el estudio de Paco Loco en El Puerto de Santa María y masterizado por JJ Golden en California. Todo para lograr un álbum del que podemos dar fe de su acusada personalidad y su notable capacidad para abstraernos, exactamente igual que si estuviéramos disfrutando de una buena historia.