El Hijo – Canciones gringas
Abel Hernández sigue buscando una identidad a la que ajustar su propuesta en solitario. Para ello parece que ha pensado que lo mejor es mirarse en espejos prestados, para redibujar sus reflejos y amoldarlos a sus deseos. Este Canciones gringas (Acuarela, 2006) es otra pequeña muestra de por dónde está dirigiendo sus esfuerzos el que fuera líder de Migala. Versiones de artistas americanos en las que El Hijo, de nuevo junto a Raúl Fernández y Xavi Molero, invita también a algunos amigos a colaborar. Así, en Últimamente y en Leche y miel, podemos escuchar el bajo de Kieran Stephen, en Una larga cuesta abajo Jordi Sancho toca su fender rhodes y los componentes de Grupo Salvaje, Pepe Hernández y Ernesto González, tocan respectivamente la armónica y la acústica en Era joven cuando me fui.
Dicho esto, sin duda que es muy tentador escuchar cada una de estas piezas comparándolas con sus respectivas fuentes de inspiración. These days, tema que Jackson Browne compusiera para Nico, se convierte en Últimamente. Un medio tiempo a caballo entre el country del primero y los conjuntos de cuerda de la segunda, nos permite observar lo que será una constante a lo largo del disco. Las traducciones de las letras no se limitan a ser fieles: su musicalidad es transformada donde se cree necesario para lograr unos resultados que casi me atrevo a decir mejoran los originales. Por su parte, en Una larga cuesta abajo, nos encontramos con multitud de nuevos arreglos que enriquecen una melodía en principio sin apenas acompañamiento, con especial mención para esos momentos en los que irrumpe una desbocada aunque sencilla percusión. Fascinante metamorfosis del Long way down (look what the cat drug in) de Michael Penn.
Con su versión del Milk and honey de Jackson C. Frank logran un efecto parecido. Una intensa voz acompañada de una guitarra se convierte en un vibrante número de rock en Leche y miel. El culmen de estas mutaciones de temas eminentemente acústicos en complejas instrumentaciones lo encontramos en Era joven cuando me fui. Armónicas, harmonios, pianos y guitarras hacen olvidar por completo lo que en principio no dejaba de ser una cruda grabación casera del venerable Bob Dylan, I was young when I left home. Así, un total de cuatro piezas ajenas son hechas propias por El Hijo, que con su visión cinematográfica de la música es capaz otra vez de grabar vívidas escenas en nuestra retina. Con dos EPs en dos años consecutivos empieza ya a mostrar un bagaje más que suficiente para suponer que terminará por presentar un álbum. Nada nos alegrará más que éste se muestre a la altura de las expectativas que, muy merecidamente, está levantando.
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