El amargo 30º aniversario del debut de Whitney Houston
Dinah Washington, Billie Holiday... La implacable alianza de las drogas y las estrellas ha vuelto a crear un nuevo mito bajo su sombra.
Este fin de semana se cumplen 30 años de la publicación de su álbum de debut. Hoy 11 de febrero también se cumplen tres años desde que Whitney Houston apareciese muerta en su bañera en un hotel en Beverly Hills. Tenía 48 años. Y precisamente es hoy el día anunciado por varios medios – aunque desmentido por el portavoz- que la familia de la cantante quiere desconectar a su hija Bobbi Kristina, que permanece en coma desde hace una semana, tras encontrarla en su casa inconsciente, también en la bañera y probablemente por las mismas causas que mataron a su madre.
Pero volviendo al debut homónimo de la cantante estadounidense, se publicó un 14 de febrero de 1985, si bien no empezó a adquirir notoriedad hasta el verano y, sobre todo, a partir del año siguiente. Tampoco fue un éxito casual: fue milimétricamene planificado por su descubridor, el magnate discográfico Dave Davis, desde que fue descubierta dos años antes. Y sin embargo, fue uno de esos raros casos en los que crítica y público apreciaba unánimente la aparición del debut de una artista de soul después de muchos años y que incluso muchos compararon a los mejores momentos de la era dorada del género. Con más de 29 millones de copias, Whitney Houston ocupa el puesto 23º de la lista de los discos más vendidos en todo el mundo, si bien la banda sonora de El Guardaespaldas lo supera con creces, en el 3º, sólo rebasado por Thriller de Michael Jackson y The Dark Side of the moon de Pink Floyd.
El disco colmó a Whitney de todos los récords: fue la primera artista en conseguir tres números unos seguidos en EEUU con sus respectivos singles (Saving all my love, Greatest love of all y How will I know) y la primera en lograrlo con su álbum de debut. Algo que seguro que fue la envidia de su tía, la, por otro lado, prestigiosa cantante Dionne Warwick, pero sobre todo de su madre, Cissy Houston, que en su momento participó en los coros de clásicos como In the midnight hour de Wilson Pickett o Young Americans de Bowie, pero nunca llegó a rozar siquiera el éxito de su hija.
Probablemente algunos de esos primeros recuerdos-cómo vio iniciar a su hija en el gospel en el coro de la iglesia y acompañarla a cantar en los clubes- son los que Cissy Houston tenga en mente en los últimos días, mientras vela a su nieta en el Hospital Universitario de Emory en Atlanta. Cuando Whitney Houston debutó tenía prácticamente los mismos años que ahora su hija, 22. Lejos de llevar una vida paralela- Bobbi Kristina también intentó iniciarse sin éxito en el mundo discográfico- parece que, desgraciadamente, lo único que ha terminando uniendo a madre e hija es un trágico desenlace.