Doves – Some cities
Las influencias que legaron los grupos que salieron de Manchester en los 80 han sido clave para el empuje de nuevos valores. Doves acuden a esa herencia para plasmar en su tercer álbum de estudio esa pizca extra de genialidad que los devuelva al star system con más fuerza si cabe que tres años atrás con su aclamado The last broadcast. Con ese objetivo, este disco ha sido grabado por Ben Hillier (productor del Think tank de Blur) en Liverpool, Brixton y el Lago Ness.
Some cities está lleno de valiosas canciones. El primer single, Black and white town, es a priori la canción más pegadiza del álbum, pero pierde fuelle con las escuchas frente a composiciones más complejas y bellas. Buen ejemplo de ello es la cálida Almost forgot myself, o la genial One of these days. Por su parte Walk in fire se parece demasiado a la etapa correspondiente a su anterior trabajo, pero no por ello deja de ser merecedora de elogios. Como curiosidad, en determinados momentos Snowden nos recuerda a los guitarrazos mas salvajes de Neil Young con los Crazy Horse, mientras que con el ritmo de Sky starts falling rememoramos un poco a los Kinks más seventies.
En este nuevo disco Doves intentan reflejar los cambios que han experimentado ciudades como la mencionada Manchester o Liverpool en los últimos años. Jez, el guitarrista de la banda, cree que las canciones de este nuevo largo tienen su fuente de inspiración en esa evolución urbanita. El tono de este nuevo álbum lo ha conducido a un sonido fino y perfilado. En palabras de Andy, batería, han querido sonar más naturales, tal y como hacen en directo, y personalmente creo que lo han conseguido. Tan sólo hay que saber deleitarse con estas admirables melodías que ha sido capaz de componer el trío inglés.