Diez pildorazos psicodélicos
The Pretty Things – Defecting Grey (1967)
Defecting Grey fue uno de los singles que los Pretty Things grabaron en 1967 y que al final no se incluyó en la primera edición del disco S.F. Sorrow (1968). Un álbum completamente psicodélico del que Pete Townshend tomaría buena nota para su Tommy (1969) y que estaba producido por Norman Smith, el mismo hombre que trabajó con los primeros Pink Floyd. Puede que por ello este tema recuerde mucho a las composiciones de Syd Barrett. Tras un comienzo reposado a base de toques orientales, la canción se transforma en una ensoñadora melodía algo infantil (inevitable no acordarse del Lucy in the sky with diamonds y, una vez más, de Barrett) que da paso, de forma espectacular y repentina, a unas guitarras atronadoras. Una vez más se repite el proceso, pero las arrolladoras guitarras dejan lugar a unas estrofas más convencionales que se mezclan, de nuevo, con la nana inicial. La última parte es de locura, con el todo el grupo cantando encima de una montaña rusa cargada de ácido. Escuchar
Spiritualized, con Jason Pierce (ex-Spacemen 3) a la cabeza, grabaron una de las mejores medicinas de la pasada década; «1 Tablet 70 min» se podía leer en la farmacéutica portada del disco. Setenta minutos donde las guitarras protagonizaban capítulos lleno de psicodelia, pop y sinfonismo espacial. Una mezcla que resultó ser un tratamiento muy satisfactorio tanto para el público como para Pierce (NME lo eligió mejor álbum del año). En él nos topábamos con temas potentísimos (Come together, Electricity), desoladores (Broken heart) y excesivos (hasta los diecisiete minutos se va Cop shoot cop, donde aparece Dr. John). Nada más empezar Ladies and gentleman, nuestro tema elegido, una voz femenina (¿su musa?) nos pone en situación: «estamos flotando en el espacio». La figura de Pierce va apropiándose de un primer plano que comparte con “su chica”, entrelazándose así preciosos versos surgidos del fracaso de su relación amorosa (Todo lo que quiero en la vida es / un poco de amor para llevarse el dolor). Apagad la luz, cerrad los ojos y… a flotar. Escuchar
Eric Burdon & The Animals – Monterey (1968)
No estoy muy puesto en Eric Burdon y sus Animals. De hecho, este The Twain Shall Meet (álbum al que pertenece el tema) es el segundo que escucho en profundidad tras el obligado Animalism (1966). Rebautizando a su grupo como The New Animals (con John Weider y Vic Briggs a las guitarras), Burdon se traslada a Estados Unidos en pleno 1967. Tocaba, por tanto, álbum psicodélico. El primero de una tanda de cuatro sería Wind Of Change y un año más tarde este The Twain Shall Meet (meses después llegarían otros dos más).
Monterey, pieza ejemplar donde las haya, abre el disco de forma contundente: sitar (¿o es una guitarra emulando uno?), batería, vientos y un bajo hipnótico que late durante toda la canción de forma abrumadora. Las guitarras queman mientras Burdon nos describe como los Byrds volaban sobre las explosiones de fuego que causaban los directos de grupos como los Who o la Jimi Hendrix Experience, mientras los polis bailaban rodeados de flores. Interesante crónica del Monterey Pop Festival… Escuchar
Kaleidoscope – The Sky Children (1967)
Inspirada por las vistas desde un acantilado en Swanage (Inglaterra), The Sky Children pertenece a Tangerine Dream (1967), el primer disco de los británicos Kaleidoscope (no confundir con la formación americana del mismo nombre). El grupo no gozó de mucho éxito y su vida fue más bien breve, ya que solo publicarían otro álbum más llamado Faintly Blowing (1969). Posteriormente pasarían a llamarse Fairfield Parlour, denominación bajo la que editarían From Home To Home (1970). Lo cierto es que Tangerine Dream es un trabajo altamente recomendable y adictivo por muchas razones. Se trata de un compendio de pop-folk psicodélico que hará las delicias de todos aquellos amantes de grupos como Les Fleur de Lys , Tomorrow o los primeros Pink Floyd. La llegada al grupo de Peter Daltrey (voces, letras y teclados) ayudó a la composición final del singular mundo que ofrecen Kaleidoscope en sus canciones. The Sky Children es posiblemente una de las mejores piezas que grabaron durante sus años en activo. Con una duración de ocho minutos, y precedida de forma acertada en el álbum por el corte A lesson perhaps (un fragmento recitado cuyos protagonistas son los tristes reyes de un bosque y una mosca), el tema atrapa desde la primera escucha. La maraña sonora, ya de por sí fascinante, se ve acompañada de unos textos rebosantes de magia y un encanto arrebatador. No dejéis de escucharla. Escuchar
The West Coast Experimental Band – Shifting Sands (1967)
Se trata del tema que abre el sensacional Volumen 1. Resulta todo un placer pinchar esta canción una y otra vez, gracias, entre otras cosas, a la extraordinaria voz de Michael Lloyd y las sugerentes pinceladas de guitarra de Ron Morgan. Todo ello bajo una producción exquisita que se mantiene en el siguiente tema del disco, I won’t hurt you, y en otros igualmente interesantes como Will you walk with me o Transparent day. Mucha clase. Escuchar
The Deep – Color Dreams (1966)
Poco se conoce de este proyecto en donde están involucrados Mark Barkan y Rusty Evans, personajes que posteriormente participarían en la elaboración del álbum Psychedelic Soul (1967) bajo el nombre de Freak Scene. Como The Deep solo editaron Psychedelic Moods en 1966, un lustroso compendio de melodías cargadas de ácido y efectos especiales que, por momentos, nos recuerdan a grupos como la Velvet Underground o The 13th Floors Elevators. Color dreams es el tema que abre el disco, un puzzle que se irá resolviendo conforme pasan los segundos para dar forma a una maravilla sonora que deslumbra casi sin querer. Os dejo con alguna de las palabras (y recomendaciones) que podéis encontrar en la edición en cd de Psychedelic Moods a cargo de Radioactive Records: «No te tomes este álbum a la ligera. Ponlo cuando estés solo, en una habitación oscura. Podrás sentir que estás colocado, puede que imagines sombras en la pared. The Deep te lleva a una nueva aventura sónica, una experiencia que no olvidarás». Escuchar
Sun Dial – Plains Of Nazca (1990)
Plains of Nazca es la primera pieza que suena al enchufar Other Way Out (1990), el disco debut de los Sun Dial. Un álbum que busqué a raíz de escuchar la versión single de este Plains of Nazca que aparece en el cuarto compacto de Children of Nuggets (2nd Psychedelic Era 1976-1996), una recopilación que incluye un puñado de buenos temas no habituales de bandas como Primal Scream, The Nerves, The Fuzztones, Screaming Trees o The Optic Nerve (eso sin meternos en los tres primeros cds). La canción escogida de los Sun Dial atrapa al oyente distraído desde el primer momento. Guitarras de todos los colores, una atractiva voz lisérgica y un bajo que podría estar sacado de alguna sesión perdida de los Pink Floyd circa 1971 conforman otra joya kaleidoscopica que hay que (re)descubrir. Merece la pena perderse en ella durante algún tiempo, especialmente si nos sumergimos en la versión extendida que sobrepasa los siete minutos de duración. Escuchar
Tomorrow – Revolution (1968)
La canción más conocida de Tomorrow probablemente sea My white bicycle, pero siempre me ha gustado más este Revolution. Podríamos buscar similitudes en la estructura con el anteriormente comentado Defecting Grey de los Pretty Things, con todos esos cambios de ritmos combinados de forma hábil y utilizando multitud de efectos e instrumentos. Hay que escucharla para hacerse una idea, la verdad. La otra que podría ir aquí sería Hallucinations, otra pequeña joya incluida en el primer y único disco de Tomorrow. Escuchar
Cold Sun – Here In The Year (1970)
Cold Sun es otro de tantos grupos fugaces. Grabaron un solo disco que pasó desapercibido, Dark Shadows (1970), en los estudios Sonobeat, famoso por tratarse del lugar que presenció las primeras grabaciones de Johnny Winter. Sin embargo, no fue hasta 1991 cuando Rockadelic Records redescubrió el álbum; un año más tarde se lanzaba en una cuidada edición en vinilo. Actualmente también se encuentra disponible en formato CD con libreto exclusivo, fotos, etc. Here in the year es ingrediente importante de ese cóctel incendiario llamado Dark Shadows. Nueve minutos en donde las guitarras comparten protagonismo junto a una voz que por momentos nos puede recordar al mejor Lou Reed. El tema se divide en dos estrofas largas y otras tantas partes instrumentales, conformando una suerte de jam lisérgica hacia la parte final verdaderamente meritoria.
The Rolling Stones – Citadel (1967)
Que los Stones se volvieron psicodélicos porque la ocasión lo requería se puede llegar a aceptar. Sin embargo, resulta incomprensible las críticas negativas que suelen caer alegremente sobre Their Satanic Majesties Request. No es el Sgt. Peppers, en eso estamos todos de acuerdo, pero no por ello tenemos que apartar de la discografía stoniana un disco que sólo se ve negativamente alterado por experimentos de dudoso resultado (me estoy acordando de Gomper, por ejemplo).
Citadel se pasea alrededor de un inmenso y sorprendente riff de guitarra a cargo Keith Richards, muy en la onda de grupos como los Who. Brian Jones, mago donde los haya, llena la melodía con detalles instrumentales mientras Mick Jagger pide a Candy y Taffy, entre evidentes aromas tóxicos, que vayan a visitarle a su Citadel… Si este tema no cumple con las prescripciones lisérgicas de primer orden que baje Syd Barrett y lo vea. Escuchar