David Fridlund – Amaterasu
David Fridlund es un músico nacido en Suecia, y que ha sido durante los últimos años la cabeza visible de un grupo llamado David & Citizens. En él, hacía las veces de piano y guitarra acústica, mientras daba voz a la banda. En éste su debut en solitario, no hace más que continuar con el carácter indie pop que les venía acompañando aunque con una música más simple, más lenta y menos enérgica. Además, como ya era habitual, David Fridlund ha recibido la inestimable colaboración de Sara Culler, que proporciona un toque femenino y dulce al disco. Por otro lado, al igual que con los anteriores de David & Citizens, no habrá posibilidad de adquirirlo en nuestro país, dada el gran desconocimiento del grupo fuera de sus fronteras. El nombre del mismo, Amaterasu (Adrian Recorgins, 2004) -que es la diosa del sol en Japón-, está dedicado a Sara e inspirado en su propio nombre.
El álbum lo componen 14 temas, entre los que se pueden diferenciar dos partes separadas por un intersticio instrumental denominado intro. Sin embargo, las canciones poseen escaso nexo entre ellas, por lo que el orden es totalmente indiferente. Por otro lado, sería difícil destacar una canción por encima del resto, puesto que no es un disco orientado a singles como tantas veces nos ha acostumbrado la industria, sino que se trata de un trabajo minimalista y honesto, elaborado desde el respeto hacia la música que siempre han caracterizado a David Fridlund, y que muestra su lado más íntimo y personal.
Cuando hablamos de Amaterasu la característica más destacada, sin duda alguna, es la espontaneidad del sonido, que roza en ocasiones el directo, y que sorprende con la evolución de cada una de las canciones. No nos encontramos ante un disco que añada un nuevo concepto a la música, pero tampoco es la intención de su autor. Lo único que pretende es disfrutar tocando, y hacer disfrutar al público tal y como lo hace él. De ese modo, Amaterasu es un disco ideal para todo aquel que sea lo suficientemente abierto como para dejarse envolver por el sonido y gozar de cada una de las notas que lo componen.
En palabras de David Fridlund: “Esto es todo lo que significa para mi, lo que signifique para ti, tendrás que explorarlo tu solo”.