A sus 55 años, David Bowie saca un nuevo disco al mercado. Heathen es según muchos un regreso a los 70. Con la producción de Tony Visconti y con colaboraciones tan buenas como Pete Townshend (guitarrista de los Who) y de su amigo Dave Grohl (líder de los Foo Fighters). Carlos Alomar y Mark Plati entran también en el bombo de colaboraciones entrañables.
El disco empieza con “Sunday” un tema que nos pone los pelos de punta en un arrebato de querer escuchar mas canción. Y que con una entrada de batería al final se entreve lo que puede suceder en concierto. Con “Cactus” Bowie se atreve a versionar a los Pixies (su grupo fetiche). Pero una de las mejores canciones del disco es sin duda “Slow Burn” en la que Pete Townshend colabora con su guitarra y en la que Bowie exhibe lo mejor de el en muchos años. Y no nos dejemos atrás un “Everyone Says Hi” que más que una canción parece un himno ya, es lo que mejor sabe hacer Bowie. Pero también tenemos claros ejemplos de sus influencias “A Better Future” contiene una esencia a “The Cure” que hace que nos preguntemos si este disco a sido en plan homenaje.
La única pega que le podemos encontrar a este fascinante disco de Bowie es sin duda es que encontramos en falta un Revees Gabrels (su anterior guitarrista) en los créditos. Quizás Bowie ha querido volver atrás en el tiempo con este disco.
Un disco, que tras su poco aclamado (por la crítica) anterior trabajo “Hours” nos devuelve el Bowie de hace unos años. Si es que el duque blanco siempre esta a la ultima musicalmente hablando. Sabe cuando sacar su novedoso “Earthling” y sabe volver atrás en el tiempo con “Heathen”.
Esperemos que con el lanzamiento actual de su “Best Of Bowie” no sea un “adios”, sino un “hasta luego”. ¡Larga vida al duque blanco!
