[Crónica] Viva Belgrado (Cáceres, 01/03/23)
Han pasado prácticamente 10 años desde que Viva Belgrado lanzara su álbum debut, Flores, carne (al que siguió un demo y un EP), y la formación ha conformado una mezcla de post-rock/screamo que ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Si en Bellavista, su tercer álbum mantenían las partes duras y algunos crescendos explosivos de post-rock, ya en su momento era un disco más dinámico, más melódico a la vez que más experimental. Cándido, Álvaro, Ángel y el recientemente incorporado Jaime (Aiko el Grupo, Altaïr) han encontrado de nuevo el punto de equilibro en su nuevo álbum Cancionero, publicado hace apenas unas semanas, y del cual una de sus canciones, Un tragaluz, ya fue escogida mejor canción del pasado 2023. Dentro del convencionalismo post-hardcore el vocalista Cándido Gálvez- el único que miraba y hablaba al público de la sala Boogaloo de vez en cuando- es más desafiante y opta por un enfoque más hablado/cantado de las letras e incluso se atreve con una vibra casi chill rap en algunas de sus canciones, como Mas Triste Que Shinji Ikari, canción que normalmente no suele ser habitual de sus directos, hoy también fuera del setlist.
Con gran contundencia de sonido, además de las canciones habituales de su repertorio destacaron Vicios y Shibari emocional, dos de las más rompedoras de Bellavista, así como el rescate de De carne y flor, del debut Flores, carne, uno de los ejemplos de desgarro emocional donde más se evidencia la evolución del grupo a lo largo de diez años, esos «volantazos» con cada nuevo disco que el público de la banda tiene ya interiorizados y que acepta sin problema. Por eso es en la puesta en directo de las canciones nuevas donde el grupo se crece: El Cristo de los Faroles, con su riff de guitarra, sus cambios constantes y referencias líricas; Perfect Blue, un shoegaze nuevamente fuera de la zona de confort; Nana de la Luna Pena, que oscila entre post-rock instrumental y el flamenco rock y, por supuesto, Un Tragaluz, indie rock de poco más de dos minutos -por algo nuestra canción favorita de 2023-y que demuestra que la banda no necesita siempre describir emociones intensas en canciones kilométricas. Al final del concierto el público pareció haber perdonado que la banda comenzara una hora más tarde de la estipulada en la entrada. “¿Y si ya hemos recibido todo lo que la música tenía que darnos? ¿Y si el rock muere en la frontera de los 30 y las responsabilidades laborales? ¿Y si ya hemos dicho todo lo que teníamos por decir?” decían en un comunicado cuando anunciaron la grabación de este nuevo disco. Por suerte hemos comprobado que estaban equivocados.