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[Crónica] Patti Smith (Oeiras, 08/07/24)

“Nunca planeé ser como una estrella de rock. No soy una gran cantante. No tenía formación, ni formación musical”. Patti Smith parece haber encontrado en los últimos años un colosal estímulo que compensa las prácticamente dos décadas en las que dejó los escenarios tras haberse retirado prácticamente de la música, junto su marido Fred Sonic Smith, para dedicarse íntegramente a su familia. A pesar de haber publicado en 1988 un disco de regreso en 1988, Dream of life, que incluía el que se convertiría en su himno por derecho propio, People have the power, no comenzo a salir de gira, por insistencia de su amigo Michael Stipe, hasta 1995 para acompañar a Bob Dylan.

Todo ese tiempo, que Smith recuerda con orgullo y en ningún caso con pesadumbre, parece que mereció la pena y, de hecho, uno de sus frutos, su hijo Jackson, es ahora otro de los protagonistas principales de este retorno de Smith al primer plano de la música. Patti Smith Quartet – su hijo Jackson Smith a la guitarra, Tony Shanahan a la guitarra y teclados y el baterista Seb Rochford,  visitaron el pasado 8 de julio Oeiras, en el marco del festival Jardins do Marquês y  en la que fue su segunda visita en este año, ya que en marzo actuó con su otro proyecto Soundwalk Collective.. Smith ha pasado por momentos duros en los que gran parte de su familia y amigos ya no están. Y por eso no es de extrañar que durante sus conciertos rinda homenaje a los camaradas caídos. Lo hizo, por ejemplo, el pasado año con Sinead O’Connor o previamente con su amigo y ex pareja Tom Verlaine o este año al rescatar Cash, su canción dedicada a Johnny Cash, que estaba en su álbum Trampin´ de 2004.

A lo largo de la noche su recuerdo especial fue para su marido ” Fred “Sonic” Smith, el guitarrista de MC5, que murió en 1994 a los 45 años y no con una canción de su repertorio habitual, sino con una fiel versión de Summertime Sadness de Lana Del Rey, canción que comentó que había escogido porque le recordaba a su versión de ella misma cuando era joven. Lo mismo ocurrió con Kurt Cobain, cuyo también 30 aniversario de su muerte recordó con About a boy, canción que había escrito junto a su marido en 1994, enlazada de una versión muy personal de Smell like teen spirit, la única de las canciones de otros artistas que tambien estaba incluída en su único disco de versiones, Twelve, de 2007. Su interpretación folk, sencilla y oscura, incluso incluyó algo de poesía hablada: “Niños místicos, olvidados, buscadores de comida / Malhablados, con ojos vidriosos, alucinantes”.

El concierto de Patti Smith fue más corto de lo habitual – 80 minutos, probablemente porque descartó su versión de Fire que sí hizo en actuaciones anteriores. También rindió homenaje a sus compañeros vivos como Bob Dylan, esta vez con una canción, Man in the Long Black Coat, del repertorio más moderno del de Minessota, Oh Mercy de 1989. Smith escoge con cuidado las canciones de otros artistas y las hace completamente suyas, llevándolas a menudo mucho más allá que las originales. Es, por otro lado, una estrella de rock envejecida que no está cansada de la repetición interminable de sus éxitos, pero a cuyos auténticos fans tampoco les importa que haya descartado del setlist algunos de ellos, como el citado Fire o el habitual cierre de Gloria..Al fin y al cabo, “para mí, el punk rock es la libertad de crear, la libertad de tener éxito, la libertad de no tenerlo, la libertad de ser quien eres. Es libertad”.

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