[Crónica] Matthew Sweet (Loco Club, Valencia, 16/12/18)
La fecha de Valencia dentro de la gira de Matthew Sweet era una de nuestras favoritas, ya que era una de las que se celebraban durante un fin de semana. En ese sentido la que fue la última actuación de la gira de Matthew Sweet se celebraba un domingo, una especie de final espectacular- poco habitual- para un fin de semana en el que- en días normales- suele ser una noche para olvidar. La parte negativa de la elección fue precisamente ése, que era el último concierto, y que el desgaste físico- más en concreto de la voz- del músico, fue patente, sobre todo en la primera parte de su actuación.
No obstante, para sus fans incondicionales esos problemas vocales- bien es cierto que al principio cruzábamos los dedos para que no fuera a más- eran pecata minuta. Al fin y al cabo Matthew Sweet, cantante y compositor que impactó la escena musical en Athens, Georgia, a finales de los 80 y principios de los 90, debería encabezar cualquier festival alternativo que se precie llevar ese adjetivo. Pero eso es ya otro debate.
Le acompañaban en el escenario una sección rítmica de lujo, el bajista Paul Chastain, el baterista Ric Menck -ambos de Velvet Crush– y la prestigiosa guitarra del también veterano Jason Victor, actualmente en los renovados The Dream Syndicate. Sweet y su banda de tres integrantes revivieron algunos de los mejores momentos de su álbum más conocido, Girlfriend– hasta cinco nada menos, Winona, Divine Intervention, I’ve Been Waiting, Girlfriend– la que despertó más enajenación entre el público- y el cierre con Evangeline– entremezcladas con las joyas de power-pop de sus otros discos, incluido los sobresalientes Altered beast ( Devil With the Green Eyes,Time Capsule, Someone to Pull the Trigger) y 100% fun (Sick of Myself, We´re the same) y sin olvidar el último, Tomorrow’s Daughter (Show me). Ya antes de esta gira, a Sweet y su banda – una atípica excepción a la regla general- siempre les ha gustado tocar las canciones que los fans quieren escuchar, lo cual es un aliciente. No fue sorprendente, por tanto, encontrarnos con una actuación memorable- a pesar de las mencionadas dificultades vocales- de uno de los pesos pesados del rock independiente de los últimos 25 años.