La Plataforma Revivir la Azucarera, en colaboración con el Ayuntamiento de Granada y la Concejalía de Igualdad y Cultura organizaron el pasado sábado 15 de marzo en el Teatro Caja Granada el Festival Granada 100% Mujer 2025.
Un cartel formado por algunas de las artistas de la anterior edición, aplazado por las condiciones meteorológicas que impidieron celebrarlo, y por nuevas incorporaciones, ya que algunas de las artistas del cartel de 2024 tenían compromisos para esta fecha en 2025. El festival está organizado por Amparo Sánchez y, como su propio nombre ya señala, está íntegramente protagonizado por mujeres en todos los puestos de su producción y realización, no solo de cara al escenario sino en la parte técnica. Amparo Sánchez, en la rueda de prensa de presentación, aportó el dato de que las mujeres apenas están presentes entre un 2% y un 3% de la oferta musical en nuestro país: «Tanto encima como detrás del escenario: técnicas, cantantes, instrumentistas, compositoras, pintoras, poetas etc.» También llamó la atención sobre el esfuerzo que supone que un festival de este tipo «único en el país hecho íntegramente por mujeres» tenga tan pocos apoyos oficiales y/o públicos. «Nos hemos encontrado con noes por respuesta, e incluso ninguna respuesta».
En la actuación hubo de todos los palos, y el flamenco no podía ser menos en un lugar tan emblemático. La actuación tuvo inicio con Erika la que nació de día, innovadora en el toque del cajón flamenco y taconeo a la vez, acompañada de Pilar Alonso y Sole Garrido. Les siguieron dos mujeres también con auténticas raíces familiares en el flamenco: Lucía Fernanda y Marina Carmona, hijas de la voz de Ketama Antonio Carmona, que sólamente pudieron actuar media hora debido a otro compromiso asumido previamente. Como ellas mismas han comentado en una entrevista, ser «hija de» debe ser un arma de doble filo: dan por sentado que actúas por ese motivo y también te pueden cerrar las puertas por la misma causa. Las Virginias, grupo local de punk pop, celebraba con júbilo contagioso su participación en el festival, que congregó numerosos amigos y adeptos. Solamente tienen varios singles que interpretan en inglés pero no les falta garra, desde el más reciente Freudian Cases, hasta AFTER o el demoledor Crashing del cierre, su primer single conocido.
A las 21 horas llegó una pionera del rock en nuestro país, Mercedes Ferrer, con un espléndido homenaje, a La Belleza, el éxito de Luis Eduardo Aute de 1989. Su voz desde el principio sonaba tan familiar que parecía que la hubiera cantado toda la vida. En su setlist sonaron piezas de su discografía más reciente como Cuenta vacía que compuso junto a Aurora Beltrán de Tahúres Zurdos, otra gran veterana del rock, así como de su Carne y Verso de 2018 como Plan de Vuelo o Acto de Fe, pero también sus canciones más populares como Tengo todas las calles o El Arbol de la Magia. Le siguió LASOLE cantante urbana granadina que, actualmente, graba y reside en Madrid. Sus letras y musicalidad están repletas de situaciones personales, de lucha y de sentimientos, y combina un rap contundente con tintes poéticos, haciendo que cada canción sea una experiencia única. Con su último trabajo, Santa Sucia Extended (SSEX), ha demostrado que está dispuesta a romper moldes. Bewis de la Rosa, alter ego de Beatriz del Monte, actriz, bailarina y cantante con orígenes en Villamayor de Santiago (Cuenca), canta al amor y a las raíces con el rap como hilo conductor, una puesta en escena pegada a la tierra- un tendedero repleto de ropa como telón de fondo- y un espíritu musical cuyas letras han flirteado con otros estilos musicales, desde sones cubanos hasta charanga. Definitivamente un torbellino en el escenario que no dejó indiferente a nadie, haciendo bailar al público, como decía ella, «como hacían nuestros abuelos».
Christina Rosenvinge presento en directo una vez más Los versos sáficos, el álbum donde ha grabado los temas que compuso para el proyecto teatral Safo. Un poema completo, unos cuantos incompletos y versos y palabras sueltas. Jugando con este material Rosenvinge ha adaptado el Himno de Afrodita manteniendo la estrofa sáfica, y ha jugado con versos y fragmentos en otros 8 temas, algunos muy fieles al original, otros combinados con sus propios versos con el fin de celebrar y renovar el espíritu hedonista e indómito que nació en la isla de Lesbos en el siglo VII AC y que desde entonces ha influido a poetas y artistas durante siglos. Aunque la actuación nos pareció fugaz, acompañada por Amaia Miranda en la guitarra, se agradecía los comentarios explicativos de cada canción. Christina también interpretó dos canciones de reciente y viejo repertorio como Romance de la Plata dedicada a su padre de Un hombre rubio (2018) y Tú por mí, de su exitoso disco con Los Subterráneos, Que me parta un rayo (1992), que señaló como «la primera canción completa compuesta por mí». Cerraron Las Hijas de la Cumbia que se definen como Selectah’s, personas que seleccionan pistas de cantantes o mc, que pueden ser de diferentes años y estilos, para conseguir una atmósfera especial para cada momento y lugar. Así, el Selectah utiliza su intuición para escoger la mejor música en el mejor momento para llegar a la gente. En definitiva, un festival completamente atípico, a la vez que necesario, y que reivindica la mayor participación de las mujeres, como ya está ocurriendo en otros países, en la oferta musical en todos sus ámbitos.
