Charles Michael Kittridge Thompson IV siempre ha tenido el peso del nombre de Pixies y no ha logrado conseguir el reconocimiento que merece, tras nada menos que diecinueve discos desde 1993 y con distintas denominaciones: Frank Black, Frank Black & The Catholics y ahora Black Francis. Tal vez por ser tan prolífico no ha logrado completar grandes discos, algo que es frecuente por otro lado. Este nuevo álbum, Nonstoperotik, fue grabado en Los Angeles, Londres y Brooklyn y coproducido junto a Eric Drew Feldman (Captain Beefheart, Pixies, PJ Harvey).
Parece que a lo largo de Nonstoperotik Black Francis se arriesga a rubricar letras más explícitas, para con ello relajarse también un poco -no demasiado- del punk rock marca Pixies. Y, consciente o inconscientemente, realiza un recorrido en clave de homenaje por el sonido de algunas de las formaciones de rock más relevantes de los últimos veinte o treinta años: Red Hot Chili Peppers (Lake of sin), The Waterboys (When I go down on you) o incluso U2 (O my tidy sum), ornamentado con reminiscencias a Neil Young, más en estado de gracia en la brillante Dead man’s curve, pero sin despreciar otras muestras como Wild son o Cinema rock. Un disco más que notable -aunque inconsistente para los que esperaban un disco de Pixies- de un músico que parece tener poca suerte en sus aventuras en solitario.
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