Begushkin es el proyecto del multi instrumentista de Brooklyn, Dan Smith (voz principal, guitarra, bajo, piano, percusiones), junto una serie de amigos: Stephanie Rabbins (Violin, voces), Stephan Ryskewitch (Guitarra, bajo, voces), Cynthia Hopkins (acordeón, voces) y Josh Saltzman (batería).
El segundo álbum de Daniel Smith se encuadra entre el llamado gipsy rock y la Americana con toques de psicodelia, aunque con un sonido personal y original en todo caso, con letras que nos recuerdan a Tom Waits o Lou Reed. Musicalmente, las referencias le acercan más a Witchcraft, Pentagram o Nick Cave.
El disco se conforma como un gran recitado folk y glam excéntrico, en el que el músico se expresa con crudeza en temas llenos de angustia y entusiasmo a partes iguales, y refleja fielmente el hecho de grabar en directo en apenas dos días, después de haberse pasado encerrado un mes escribiendo y componiendo.
Las voces del disco suenan a veces como las de un narrador lunático, quien con sus canciones pareciera querer desproveerse de los efectos de un hechizo. Entre los cortes que merecen destacarse podríamos citar Refugee & the hag, Redhood o el tema que da título al álbum; parecen heridas auto-infringidas, hachazos emocionales llenos de desesperación enfurecida.
En resumen, un álbum que merece escucharse con atención, uno de esos casos, y ya hay bastantes este año, en el que puede decirse que el segundo disco, el temible segundo trabajo (“sophomore album”) tras un debut prometedor es, no sólo una confirmación, sino la constatación del talento de un gran músico.
