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Azkena Rock Festival 2004 (Vitoria-Gasteiz, del 9 al 12 de Septiembre de 2004) Parte I


Azkena Rock Festival 2004El Azkena Rock Festival de este año ha sido la consolidación de un tipo de festival que tiene su público y que es un referente ya por su excelente organización y su grandeza que no para de progresar año tras año.

Viernes 10 Septiembre…

Stacey Earle & Mark Stuart:

Tras la presencia en la anterior edición de su hermano mayor, Stacey se presentaba en el azkena en compañía de Mark Stuart, su pareja sentimental, para presentar su maravilloso último trabajo, Never gonna let you go (2003, Envolver). A pesar de haber sido ubicados en principio a mediodía, la ausencia de los The Soundtrack Of Our Lives posibilitó que fuéramos muchos los que en base al retardo pudiéramos disfrutar del que a priori era uno de los platos más interesantes y sorprendentes del cartel de este 2004.


Stacey Earle & Mark Stuart

Aún así a primera hora de la tarde el auditorio era todavía escaso. El ambiente apocado y los alarmantes anuncios de tormenta se fundían bajo un sol de justicia. El contexto no invitaba al regocijo púlico, pero la cara de ambos a su entrada era de satisfacción y emoción, lo que acompañado de su clase y brillantez artística hizo que la audiencia se volcara con rapidez e interés a escuchar su música y disfrutar de la emotividad que desprendían. Dieron un exhaustivo repaso a su último trabajo interpretando temas como Cry night after night, Maybe That’s Just Me, Our world o la sensacional Never gonna let you go. Incluso se permitieron dejar de lado el radiante tema Me and man in the Moon sin que ello desluciera un ápice la valoración final de su interpretación.

[Oriol A.]

Mother Superior:


Jim Wilson

El guitarrista Jim Wilson es todo un espectáculo encima del escenario, gracias a esos movimientos perversos con su Fender Strato, descolorida con el paso del tiempo y los innumerables conciertos, en toda una relación de amor y poderío. Y es que los Mother Superior son algo mas que un grupo de rock: sus deudas setenteras con los Zeppelín o los Who no han sido olvidadas. Marcus Blake con su bajo y Jason Mackenroth a la batería completan el trío.


Marcus Blake

Venían al Azkena a presentar su ultimo trabajo 13 violets, pero más bien dieron un repaso a toda su discografía. Nos dejaron enormes temas como el Pretty in the morning del magnifico y casi insuperable Sin (editado en el 2002), con poses extras de Wilson enfilándose por los trastes de su guitarra. Buenas sensaciones tras ver a estos monstruos encima de lo más alto.

[Sergi Serrano]

Josh Rouse:

Tras su anterior paso por nuestro país, en pequeñas salas y como dúo acústico, el principal interés de volver a disfrutar de la música de este chaval de Nebraska recaía en el formato eléctrico con el que se anunciaba la actuación. Cuantiosos problemas de sonido no impidieron que Rouse ofreciera un concierto «casi» perfecto en el que desgranó los fabulosos temas de su último disco, a la vez que interpretó alguno de sus grandes éxitos como Miracle, Directions o Under cold blue stars.


Josh Rouse

En cualquier caso faltaba ambiente y comunicación con el público (bastante escaso), aunque varias veces él mismo intentó animarle sin excesivo éxito en temas tan amenos y radiantes como Slaveship o Love vibration. Si al hecho de ser un artista poco conocido para el gran público le sumamos que al Azkena acuden mayoritariamente rockeros de chupa de cuero y birra en mano, se deduce que aquel no era quizás su lugar. Una pena, pero a pesar de todo su calidad, elegancia y labor escénica es indiscutible, por lo que su presencia se salda con un merecido notable alto.

[Ana M y Oriol A.]

Urge Overkill:


King Roeser

Sí, el aura de Pulp Fiction les hizo famosos, pero menos mal que en el Azkena tuvimos Urge Overkill para rato: primero en la fiesta de presentación y después al día siguiente en el escenario Azkena. Elegancia y majestuosidad son las palabras que mejor caen sobre sus pies. Nash Kato con sus inseparables gafas de sol y King Roeser con sus mejores poses guitarreras ofrecieron un concierto plagado de buenas maneras y buen rock. A la batería Bonnie Queso que sustituyo a Nate Arling durante toda la gira.


Nash Kato y King Roeser

La reunificación de los Urge Overkill parece que es sólo temporal, ya que no tienen previsto sacar un nuevo disco. Sólo son pequeñas actuaciones para demostrar lo que no tenían que haber demostrado nunca, que el rock lo llevan en la sangre. Y sí, tocaron la versión de Neil Diamond Girl, you’ll be a woman soon con una clara ovación del publico de Vitoria. Lamentablemente era lo único que muchos habían ido a oír.

[Sergi Serrano]

Mark Lanegan:


Mark Lanegan

La oscuridad con la que Lanegan impregna su música se transforma en una pequeña obra de terror con su voz tan característica. Era una buena oportunidad de escuchar las canciones de su último trabajo Bubblegum (2004), y de las primeras sonó una de las mejores del disco y del concierto, Hit the city, aunque en esta ocasión la voz de PJ Harvey era suplida por la de una mujer con su sensual y parecida voz, en una combinación que sólo oír hizo que tembláramos de placer.


Mark Lanegan Band

Pero es que los temas este disco no pararon de sonar, como Methamphetamine blues, o ese Come to me tan frío y tan lóbrego como es habitual. Mark Lanegan sigue haciendo bien las cosas y estamos seguros de que no dejó a nadie indiferente esa noche.

[Sergi Serrano]

Fun Lovin’ Criminals:


Huey

Los neoyorquinos subieron al escenario del Azkena con una enorme tela detrás de sus espaldas en las que se adivinaba que estaban enamorados de su ciudad: «I Love NY». Ahí estaban Huey (voz y guitarras), Mackie (batería y percusiones), y Fast, el hombre orquesta (bajo, trompeta, teclados, samplers y coros). El trío americano supo llegar al público con su mezcla de estilos que van desde el hip-hop hasta el funky pasando por el soul, rock…


Mackie y Fast

Los Fun Lovin’ Criminals se olvidaron de tocar sus ya clásicos, por así decirlo, pero se dejaron para el final ese Scoby snacks con el que consiguieron el éxito allá en 1996, cuando publicaron Come find yourself. Pero no se olvidaron tampoco de uno de sus ídolos, Barry White, en uno de los temas que lo homenajean, Love unlimited de su disco 100% Colombian. Un concierto con algunos altibajos, pero resulta realmente sorprendente lo que pueden hacer estos tres músicos americanos.

[Sergi Serrano]

Ryan Adams:


Ryan Adams

En busca de la heterogeneidad del público asistente, los organizadores del Azkena presentaron como cabeza de cartel a Ryan Adams, quien tras haberse fracturado la muñeca la primavera pasada retornaba a los escenarios para presentar sus dos últimos trabajos: Love is Hell y Rock & roll. Con algunos minutos de retraso salió al escenario portando guitarra y botella de vino en las manos, y saludando al público con inusual simpatía. Tras un «let’s have fun!» (vamos a pasarlo bien), comenzaron los primeros acordes de To be young. Impresionante, contundente, con un sonido fabuloso. Pero, sorpresa, no le acompañaban The Sweetheart Revolution, sólo Pemberton a la batería. El resto se asemejaba a una clásica banda de country, y sin dudar de la calidad de la misma, cabe preguntarse por la sorprendente ausencia de sus acompañantes habituales. Por momentos aquello parecía un ensayo y la improvisación y falta de espontaneidad eran constantes, lo que provocó más de un cambio en el set-list previsto. Faltaba energía, chispa, feeling, fuerza… Tampoco ayudaban los largos parones entre canción y canción, ni la estupidez de comentarios absolutamente innecesarios e incomprensibles para la audiencia. Pero fue la ausencia de sus temas más reconocibles y vibrantes y la cuantiosa interpretación de novedades y rarezas, lo que despertó el rechazo mayoritario del público presente.


Ryan Adams

Y a pesar de todo el concierto fue sublime. Se notó cierta recapacitación en la actitud escénica y una incuestionable recuperación física tras la grave rotura. Presentó temas de lo que suponemos será su nuevo disco (con evidentes semblanzas al Gold), que los afortunados allí presentes pudieron escuchar en primicia. El sonido de la guitarra y su voz sobresalían por encima de toda la banda, e impregnaban luminosidad a temas que como I see monsters (extraordinario momento musical), When the stars go blue o La ciénaga just smiled se encuentran entre lo más excelso de su repertorio. Cierto que esa introspección e intimismo no sean lo más idóneo para un festival de rock, pero aquellos que valoran su trabajo lo habrán agradecido. Ese New York, New York ralentizado devino aburrido y pretencioso, pero afortunadamente estuvo precedida de dos canciones como Touch, feel, lose o Don’t even know her name que seguro fueron celebradas por los fans allí presentes. Gran concierto que, ante la promesa hecha por Ryan de vuelta a Europa, incrementa las expectativas de cara a escenarios y audiencias más favorables.

[Ana M y Oriol A.]

DKT/MC5:


La presencia de artistas en claro declive suele estar atenuada por la estima que sus numerosos fans les brindan y por lo apreciable de poder escuchar temas clásicos de manos de sus propios autores. MC5 se presentaban con dos artistas invitados como Mark Arm (Mudhoney) y Lisa Kekaula (BellRays) que trataron de paliar con esmero la ausencia de Rob Tyner, pero que, a su pesar, no lograron evitar la mediocridad que el concierto desprendió.


Mediocridad acentuada por la imagen de espectáculo mil veces ensayado y carente de cualquier tipo de espontaneidad, rasgo característico del mismo en épocas ya muy lejanas. No cabe despreciar el trabajo hecho, pues su corrección fue incuestionable, pero sería propicio que el grupo se replanteara el seguir decepcionando con conciertos que desmerecen su legado artístico.

[Oriol A.]

Fotos: Sergi Serrano, excepto fotos Ryan Adams (Ana M).

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