Tras ganar el premio del Círculo de Críticos de Nueva York a mejor película del año, se convierte en una de las favoritas en la carrera por los Oscar que entrega la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.
El Círculo de Críticos Cinematográficos de Nueva York (NYFCC) eligió esta semana American Hustle, dirigida por David O. Russell, como la mejor película de 2013, por encima de fuertes competidoras como 12 años de esclavitud, del británico Steve McQueen o Gravity de Alfonso Cuarón.
La nueva cinta de de David O. Russell, que se estrena el próximo 13 de diciembre en las salas estadounidenses y en España a principios de enero, se ha alzado también con el galardón al mejor guión para Russell y Eric Singer y a la mejor actriz secundaria para Jennifer Lawrence, ganadora el año pasado del Oscar a la mejor actriz por El lado bueno de las cosas, que él mismo también dirigió. Para la cinta, relato dramatizado de la investigación del FBI a fines de los 70, el caso Abscam, ha vuelto a contar con sus actores fetiche, como la citada Jennifer Lawrence, pero también Bradley Cooper (El lado bueno de las cosas), la nada menos que nominada cuatro veces al Oscar Amy Adams (The Fighter) y un irreconocible Christian Bale (The Fighter).
The Hollywood Reporter afirma que la película es «una explosión infecciosa de funky jazz interpretado por un elenco fabuloso y un director en el mejor momento de sus respectivos trabajos». Para indieWire «la historia ocupa un segundo plano para Russell entre los ritmos de las oportunas disputas, lo cual es una bendición y una maldición en Americana Hustle». Para Variety la comedia no tiene el resultado satisfactorio de El lado bueno de las cosas, al ser «demasiado larga, indisciplinada (…) Aún así (…) un placer casi continuo pasar 135 minutos con ese repetido punto cómico donde la corrupción y la bufonería chocan». Para The Playlist «aunque películas como Uno de los nuestros son indiscutibles referencias para este cuento decadente de crimen y castigo, el cineasta se distingue mediante la creación de una compleja y apremiante red de manipulación entre los personajes…». Para The Telegraph el verdadero aliciente de la película es «que nunca estamos del todo seguros quién está timando a quién, o incluso si algo de lo que estamos viendo tiene en absoluto una pizca de veracidad». Para The Guardian «mezcla la nostalgia aplicada de la voz en off de Uno de los nuestros de Martin Scorsese con la impostura descarada de El golpe, las incongruencias ligeramente surrealistas del diálogo tienen un poco de David Mamet, pero también hay algo inconfundiblemente Russell en el drama neurótico, estridente y a menudo muy divertido: una especie de farsa neo-noir«.
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