Adolescencia: primeras impresiones
Netflix estrena una de las series más aclamadas por la crítica de lo que llevamos de año, no exenta de polémica.
Adolescencia es una miniserie británica de cuatro episodios protagonizada por Stephen Graham (Boiling Point, Bodies). Más allá del argumento, una de las particularidades de esta nueva serie de Netflix es que cada episodio se filma en una toma continua e implacable. “Básicamente, eso significa que pulsamos el botón de grabar y no paramos hasta el final de la hora”, explicó su director Philip Barantini a Netflix, quien empleó la misma técnica para su celebrada serie Boiling Point. “Pero es mucho más complicado de lo que parece. Se necesitan meses de preparación, semanas de ensayos y un equipo increíble para lograrlo en cada etapa, desde el guion hasta las localizaciones, el diseño de producción y dónde exactamente podrá grabar la cámara y desde qué ángulo”. Cada episodio abarca diferentes períodos a lo largo de un período de 13 meses. La historia se desarrolla en tiempo real mientras los protagonistas, desde la familia central hasta los detectives que investigan el crimen, buscan respuestas tras una impactante tragedia. ¿Quién es el verdadero responsable? ¿Por qué ocurrió? ¿Podría haberse evitado?
El género adolescente ha experimentado un resurgimiento últimamente, con cadenas que emiten series como Reservation Dogs, Riverdale y Euphoria que pretenden rescatar el fenómeno que en su momento tuvieron otras series del estilo. Es una vuelta de tuerca, desde luego, al género que recoge todos los problemas de la edad en mayor o menor medida: los primeros besos, las rupturas amorosas brutales, los sueños destrozados, los padres autoritarios o la presión de grupo, pero adaptada a nuestros tiempos. Tal vez llevado al extremo. Aunque la historia de Jamie, en concreto, no se basa en una persona ni un suceso real, la idea de la serie surgió de informes que el cocreador Stephen Graham había oído en las noticias sobre jóvenes involucrados en delitos con arma blanca. «Hubo un incidente en el que un joven [supuestamente] apuñaló a una niña», le cuenta Graham a Tudum. «Me impactó. Pensaba: ‘¿Qué está pasando? ¿Qué está pasando en la sociedad donde un niño apuñala a una niña hasta la muerte? ¿Cuál es el incidente que lo incita?’. Y luego volvió a ocurrir, y volvió a ocurrir, y volvió a ocurrir. En realidad, solo quería arrojar luz sobre el asunto y preguntar: ‘¿Por qué está sucediendo esto hoy? ¿Qué está pasando? ¿Cómo hemos llegado a esto?’«. Jack Thorne y el propio Graham se inspiraron también en Cries Unheard: Why Children Kill de Gitta Sereny, que examina la vida (y los asesinatos) de Mary Bell, una niña británica de 11 años condenada por dos asesinatos infantiles en 1968. Al leerlo, Thorne quedó fascinado por la extensión del libro. “Uno de nuestros objetivos era preguntarnos: ‘¿Qué les está pasando a nuestros jóvenes hoy en día y cuáles son las presiones que enfrentan de sus compañeros, de internet y de las redes sociales?’”, declaró Graham a Netflix. “Y las presiones que surgen de todo esto son tan difíciles para los jóvenes de aquí como para los de todo el mundo”.
Para The New York Times «¿Es un momento extraño para entregarse a la miseria recreativa, con tanta desesperación ambiental y gratuita para todos? Sí, probablemente, pero «Adolescentes» no es agonía por la agonía misma. Utiliza el dolor y la conmoción como una puerta lateral hacia preguntas interesantes y críticas sociales». Según Los Angeles Times «La coreografía de cámara y cuerpos, si te animas a contemplarla, es notable, desplazándose entre multitudes, pasillos y lugares públicos con una gracia inconfundible. Las escenas largas e ininterrumpidas también permiten a un elenco magnífico sumergirse en los personajes y el momento… Y si bien la serie no llega a un final tradicional, al final alcanza una fuerza novelesca». Para Wall Street Journal «La técnica [un plano de cámara único sin cortes] aporta inmediatez a la historia narrada, además de cierto asombro ante los métodos, la coreografía y la resistencia del elenco.Debió ser agotador». Según The Guardian «Fue, y sigue siendo, la serie más devastadora e inmaculadamente guionizada e interpretada que jamás haya visto: lo más cercano a la perfección televisiva que se puede conseguir». Para Variety «Oscuro y brillantemente escrito, este programa analiza las complejidades de la humanidad y la hombría y cómo el ascenso de la manosfera se ha infiltrado de manera tan inquietante y rápida en las vidas de los jóvenes a través de las redes sociales».