Hay proyectos que, sin la ayuda de la tecnología, es poco probable que se hubiesen llevado a la práctica o, como mucho, se habrían demorado tanto tiempo que rápidamente quedarían en el olvido. Por suerte, no ha sido el caso de este formidable disco de homenaje que se ha dedicado al músico Jeffrey Lee Pierce (1958-1996), líder de la banda de punk The Gun Club; una de las formaciones de la década de los ochenta que, si no en el gran público, sí que dejó una gran impronta en músicos de generaciones posteriores. El álbum se ha confeccionado sobre la base de una cinta encontrada por el músico Cypress Groove en su ático, y que contenía algunas canciones inéditas que Jeffrey Lee había grabado en una cassette (The JLP songs), inicialmente compuestas para un proyecto conjunto de música country y blues que finalmente no llevaron a cabo.
El material original, que solamente contenía tres temas inéditos (Ramblin’ mind, Constant waiting y Free to walk), ha sido ampliado con aportaciones que se han añadido progresivamente, a través de cintas inéditas proporcionadas por amigos de Jeffrey Lee y que datan de la época previa a The Gun Club (My Cadillac y St. Marks Place), además de nuevas creaciones a través de bocetos y letras perdidas. Para lograrlo, Groove se puso en contacto -vía internet- con alguno de los amigos del músico fallecido y con artistas que se han visto influenciados por sus creaciones, de tal forma que cada uno de ellos fueron aportando sus propias grabaciones de dichas canciones desde distintas partes del mundo (Londres, Melbourne, Glasgow o incluso Barcelona).
En su conjunto, el resultado es un sentido y espléndido homenaje, con soberbias interpretaciones tras las que uno no sabe con cuál quedarse. Sirvan de ejemplo las tres versiones de Free to walk a cargo de The Raveonettes, del dúo formado por Debbie Harry y Nick Cave, y de Mark Lanegan & Isobel Campbell. Entre todas las canciones del álbum, conviene destacar la interpretación de Debbie Harry en Lucky Jim -Jeffrey Lee fue el primer presidente del club de fans de Blondie- y, sobre todo, las aportaciones del colectivo Crippled Black Phoenix en Bells on the river y Just like a mexican love, acompañados en esta última por la gran voz de David Eugene Edwards (Woven Hand). Para disfrutar de principio a fin.
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