[Reseña] Shamir – Heterosexuality
Desde su álbum debut en 2014, el músico de indie pop nacido en las Vegas Shamir ha ido madurando de una forma vertiginosa- en su mayor parte a base de encontronazos personales y profesionales- y lo ha ido haciendo, sorprendentemente, sin parar de publicar discos, con una fertilidad más allá de lo habitual para un artista nuevo y joven, cuya carrera suele planificarse de una forma pausada y milimétricamene orientada al éxito comercial. Sin embargo, tras su primer éxito, On The Regular, que escribió -según afirma- en 15 minutos, que le puso en el mapa como la próxima gran estrella del pop, Shamir se retiró del ojo público casi tan rápido como apareció. Si ahora su figura para algunos puede resultar chocante, sólo hace apenas unos años un niño no binario – cuando ese concepto todavía era extraño- resultaba excéntrico. Por eso, por aquel entonces la prensa parecía más interesada en la identidad de Shamir que en su música y, después de su álbum debut Ratchet, Shamir fue descartado por su entonces sello XL Recordings en 2017 por no seguir las orientaciones musicales que le habían trazado. Siete años y siete álbumes después, aborda aquel trauma inicial en su último álbum, titulado Heterosexuality.
Es cierto que, a pesar de la obstinación de la prensa, su sexualidad o su identidad es prácticamente inseparable de su carrera, han ido indisolublemente unidas desde el comienzo. Según él mismo afirma, lo que hace diferente a este disco – y al mismo tiempo más interesante dentro de la oleada de novedades discográficas semanales- es que trata de su relación como persona queer con un mundo heterosexual muy binario. Así, la portada del álbum presenta al artista como un Baphomet andrógino, vestido con cuernos y pezuñas, una figura que, al igual que a lo largo del tiempo ha sido tergivesada- vinculada al macho cabrío de los aquelarres y que sirvió como excusa para aniquilar a los Templarios- le sirve ahora como símbolo de informismo y rechazo a las etiquetas.
En su octavo álbum Heterosexuality, su productor, Hollow Comet, también conocido como Isaac Eiger, del grupo de indie-rock Stranger Ranger– ha logrado encajar toda ese desengaño en forma de canciones en una amplia paleta de sonidos- más allá del country y el folk de trabajos anteriores- aunque, en su mayor parte el sostén, paradójicamente, frente a su argumentario indócil, se pliega mejor- y también a su voz contratenor- a las convenciones del indie pop de los 80s y 90s- Cold Brew, Caught Up, o la balada Nuclear, salvo incursiones como en el hip hop de Abomination, donde deja salir toda su frustración reprimida. Heterosexuality parece así, desde esa perspectiva catártica que rezi,a, como un punto y aparte en la convulsa carrera discográfica de Shamir.