Estación Once (Station Eleven): primeras impresiones
Se estrena en HBO Max la nueva serie apocalíptica basada en el best seller de Emily St John Mandel.
En 2014 la novela de Emily St. John Mandel Station Eleven fue una sensación literaria. El Finalista del Premio Nacional del Libro y del Premio PEN / Faulkner se centró en un brote agudo de gripe porcina y examina cómo los sobrevivientes usan las artes, particularmente una sinfonía itinerante, para reconectar a la humanidad.
The Road fue el libro que dio a los novelistas literarios un gran margen para escribir en un área que anteriormente había sido dominio de las novelas pulp en los últimos años. Sin embargo, pese a la idea futurista de su argumento, es un subgénero de la ciencia ficción que se remonta a la noche de los tiempos, e incluso alguno de sus primeros títulos se han considerado casi proféticos, como la hoy vigente La peste escarlata (1912) de Jack London, La Tierra permanece (1949) de George Stewart , El mundo sumergido (1962) de J.G. Ballard , La penúltima verdad (1964) de Philip K. Dick , La amenaza de Andrómeda (1969) de Michael Crichton- con una excelente puesta en escena, dos años después de su publicación, por el director Robert Wise- Apocalipsis (1978) de Stephen King o más recientemente Ensayo sobre la ceguera (1995) de José Saramago o La carretera (2006) de Cormac McCarthy.
El libro de Emily St. John Mandel fue escrito en 2014, una novela que, por otro lado, no adaptaba ni tenía en cuenta ninguna las obras citadas y, aun encuadrada también en el género literario postapocalíptico, la autora se cuestionaba en su momento si se trataba de ficción estricta: «por otro lado»– aseguraba en una entrevista- «¿cuándo no ha parecido el mundo siempre al borde de la catástrofe? Piensa en la Primera y Segunda Guerra Mundial y en varios momentos políticos de los años 60». Según la autora, su inspiración más directa fue el documental Después del armagedón (2010), un especial de The History Channel que mostraba un análisis de especialistas de cómo sería la vida en la Tierra después de una pandemia, unido a las consecuencias que hubiera dado lugar si el breve apagón de 2003 en la ciudad de Nueva York se hubiera mantenido en el tiempo, así como una ardua instrucción a través los foros de supervivencia que circulan en internet, una comunidad de personas que se prepara muy activamente para el fin del mundo.
HBO Max ordenó una adaptación de Station Eleven en junio de 2019, meses antes de que la pandemia de COVID-19 comenzara a arrasar el mundo. Irónicamente, HBO Max entró en producción en su adaptación en serie limitada del libro en enero de 2020, solo para ser cerrado por la pandemia real de COVID-19. Los primeros episodios también se grabaron antes de marzo de 2020. Durante ese mes tenían una pausa programada, que resultó coincidir cuando el resto de la industria hizo una pausa debido a la pandemia. Afortunadamente, la producción pudo reanudarse a principios de 2021.
El productor ejecutivo / showrunner Patrick Somerville, cuando fue cuestionado sobre la fidelidad de la serie al original comentó que es una «adaptación muy agresiva» del libro, y que tuvo que hacer algunos cambios para adaptarla a un medio visual, siempre con la bendición de la propia Mandel. Station Eleven está protagonizada por Himesh Patel, Mackenzie Davis, David Wilmot, Lori Petty, David Cross, Gael García Bernal, Danielle Deadwyler, Caitlin FitzGerald, Andy McQueen, Daniel Zovatto, Philippine Velge, Nabhaan Rizwan y Deborah Cox. Hiro Murai, quien recibió tres nominaciones por su trabajo en Atlanta de FX, dirigió varios episodios, al igual que Jeremy Podeswa, quien obtuvo varios reconocimientos por su trabajo en Game of Thrones.
Según The Hollywood Reporter «Somerville juega inteligentemente con la fuerza de su medio, combinando sabiamente ciertos hilos y separando algunas de las historias en episodios independientes…. Llevar el show articulado en todo momento es su fuerte». Para Vanity Fair «es una serie que exige tanto atención como una voluntad pasiva para dejar que las palabras y las imágenes meticulosamente elaboradas te inunden, un collage que se forma gradualmente pero que aún exige tu compromiso».Station Once nace como una obra defectuosa pero fascinante cuyas imperfecciones narrativas quedan enmascaradas por la considerable habilidad de su ejecución.Y donde tropieza en términos de sentido es a menudo cuando también es más hermoso. El propio Shakespeare se salió con la suya más de un par de veces.» The New York Times pone el énfasis en punto de vista esperanzador a pesar del tema que trata: «A veces oscuro y desgarrador, también es luminoso, maravilloso e incluso divertido: el programa más edificante sobre la vida después del fin del mundo que probablemente veas». Para Paste «es una obra maestra. … El aspecto más impresionante de Station Once es cómo funciona como una adaptación. Es el trabajo poco común de los medios audiovisuales que no solo traduce hábilmente el material original, sino que a veces lo supera».