Nacida y criada en el pequeño pueblo de Spicewood, Texas y educada en casa por dos ex animadoras, Katy Kirby comenzó, a una edad temprana, a cantar en el coro de su iglesia, y su educación musical incluyó una comprensión completa y una rebelión contra la música pop cristiana contemporánea. Comenzó a cuestionar su fe , distanciándose del dogma y trabajando en una visión del mundo mucho más complicada, cuando se mudó a la universidad en Nashville, donde se graduó de la Universidad de Belmont con un título de inglés y compuso algunas canciones, algunas de las cuales continuó refinando a lo largo de los años.
Ese desapego del dogma se plasma ahora en su álbum de debut Cool Dry Place en el que ha estado “negociando con esa música de adoración, luchando contra ese impulso profundamente interiorizado de hacer cosas que sean súper agradables o accesibles». Por eso las nueve canciones de este álbum, condensadas en apenas 28 minutos, prácticamente distintas entre sí, tanto lírica como musicalmente, fueron escritas durante un extenso período de tiempo, el de una joven compositora que atraviesa la transición a la madurez.
Así las aparentemente dulces melodías de Kirby que, a menudo, se rebelan y retuercen y se resisten a su configuración más paladeable, esconden casi siempre letras ácidas y mordaces como Juniper «no necesitas una reprimenda para saber / Justo cuando un dios vengativo dará su golpe” o Fireman ”ahora estoy llamando a su madre, y le digo lo que sé. Ella dice: «Cariño, no te sientas mal. Ha sido así desde que nació”, así como una aguda capacidad de descripción en las justas líneas como en el comienzo de la canción titular «solo otro episodio de ternura / en una larga, larga serie de eventos similares».
Según ella misma ha comentado en alguna entrevista de una forma modesta, para Katy Kirby su debut Cool Dry Place – por eso le llevó tanto tiempo- consistió principalmente en un ejercicio de iniciación, “en aprender a hacer un disco”. Un proceso de instrucción que, si seguimos su comparación, aprobado con nota y que nos augura un futuro prometedor.
