El músico francés, muy popular en nuestro país a mediado de los 60, ha fallecido a los 74 años.
Nacido como Daniel Bevilacqua el 13 de octubre de 1945, en Juvisy-sur-Orge, un suburbio de París, se interesó por la música desde muy joven. En 1963, antes de presentarse como Christophe, hizo su debut discográfico como Daniel Bevilacqua con el EP de Reviens Sophie en el sello Golf Drouot. Después el joven cantante cambió a simplemente Christophe y convirtió el sencillo Aline en el himno del verano (#1 en España, 1966), seguido de otros éxitos como Les Marionnettes (#7, España 1966), convirtiéndose en el séptimo músico más vendedor de nuestro país en 1966, por encima de los Stones o Frank Sinatra.
En 1971, Francis Dreyfus creó el sello Les Disques Motors, donde desde entonces se lanzaron los discos de Christophe. Con el joven letrista Jean Michel Jarre, escribió en 1973 el álbum Les Paradis perdus, muy influenciado por el rock anglosajón de la época. Su asociación les llevó de nuevo al álbum Les Mots bleus, una de las cumbres de la carrera de Christophe.
En 1976 colaboró con Boris Bergman para Samourai, que contiene la canción Merci John, dedicada a John Lennon. En 1978, publicó Le Beau Bizarre, considerado por algunos medios franceses como uno de los mejores discos nacionales de todos los tiempos. Ya en 1996, publicó Bevilacqua, un ambicioso álbum del que apenas se hablaría sobre dónde se le escuchó a dúo con su ídolo Alan Vega del grupo estadounidense Suicide. Con él repetiría unos años más tarde, en 2016, con Les Vestiges du chaos, que recibió una entusiasta recepción crítica.
