En el nombre del padre
Por ahora desconocemos si Frances Bean Cobain ha heredado las cualidades de su padre, las de su madre, ambas o incluso ninguna. No son pocos los casos en los que los hijos de los grandes músicos, aunque atraídos por la herencia musical en la que han crecido, se retraen en el intento de emular a sus padres porque su ejemplo constituye una losa permanente que les impide creer que puedan estar a su altura y, mucho menos, superarles. Hace tres años hicimos un breve repasode algunos de aquellos casos en los que la carrera musical de gran parte de los vástagos de las estrellas no parecía muy halagüeña.
No tiene ése por qué ser el futuro de Harper Simon, hijo de Paul Simon y que, a pesar de llevar ya tiempo en la industria musical, es ahora cuando publica su álbum de debut en su propia compañía discográfica, Tulsi Records. Él, que puede, debido a esa cultura musical de la que hablábamos antes y gracias al ambiente en el que ha crecido, se ha rodeado de lo mejorcito del panorama musical del ayer: nada menos que músicos de sesión como Charlie McCoy (Blonde on blonde y Nashville skyline de Bob Dylan), Lloyd Green (Sweetheart of the rodeo de The Byrds), Gene Chrisman (Dusty in Memphis de Dusty Springfield), Mike Leech (Suspicious minds de Elvis), el pianista Hargus “Pig” Robbins, (Blonde on blonde) o Al Perkins (Exile on Main Street de The Rolling Stones). Pero también músicos de hoy, como Irana George o Joan Wasser. Tras las primeras escuchas del álbum uno ya puede imaginar a quién recuerda enormemente. De eso sabe mucho su buen amigo Sean Lennon.
Para un repaso más detallado vamos a excluir a aquéllos que en cierto modo ya han recibido algún reconocimiento en sus respectivas carreras, con independencia de las de sus progenitores, y que son por otro lado la excepción. Entre éstos podríamos citar a Justin Townes Earle (foto), Teddy Thompson, Albert Hammond Jr, Rosanne Cash, Bebel Gilberto, A.J. Croce, Liam Finn, Norah Jones, Arlo Guthrie, Jeff Buckley o Nancy Sinatra. También a otros que no han necesitado hacer mención de su pasado, como Patterson Hood de Drive-By Truckers, hijo del músico David Hood de los Muscle Shoals Sound Studios, que participó en multitud de grabaciones desde finales de los sesenta. Nos ceñiremos por tanto a algunos casos menos conocidos de “herederos en búsqueda de su propio destino”.
De la larga lista, no todos los hijos han seguido los mismos derroteros que sus padres, como por ejemplo Toby Marriot (The Strays), hijo de Steve Marriot (Humble Pie), cuya banda se inspira más en Buzzcocks. O Alex «Orbi» Orbison, a la batería en Whitestarr, que interpreta canciones que poco tienen que ver con las baladas de Roy Orbison. Logan Plant (foto) en Sons of Albion mantiene la vena rockera de su padre Robert, pero se inspira más en las bandas de los años noventa. Tyondai Braxton, del grupo de math rock Battles e hijo del prestigioso músico de jazz Anthony Braxton, ha optado por otro estilo bastante distinto. Elijah Blue Allman, hijo de Gregg Allman y Cher, comentó hace años en una entrevista: “Tengo un enorme respeto por The Allman Brothers Band pero siempre me he sentido más cercano a Black Sabbath, David Bowie y Metallica”. Y en su carrera lo ha cumplido a rajatabla. Por último, Maya Rudolph, hija de la malograda Minnie Ripperton, es más conocida en su país como presentadora de la NBC pero, en un principio, formó parte de la banda de rock The Rentals, a la que ha regresado hace poco.
Otros, sin embargo, sí se han mantenido cercanos al estilo de sus padres, sin demasiado éxito por el momento. Son los casos de Oliver Wakeman -hijo de Rick, actualmente de gira con los también legendarios Strawbs-, Sean Lennon, (John Lennon), Dhani Harrison (George Harrison)-ambos en la foto- Zak Starkey (Ringo), Chris Stills (Stephen Stills), Joe Sumner (Sting), Ben Taylor (hijo de James Taylor y Carly Simon) o Tal Bachman, hijo de Randy Bachman (The Guess Who y Bachman-Turner Overdrive), y el único de los citados que ha tenido un Top 10 en EE.UU., hace ya 10 años con She´s so high . El caso de James Raymond, hijo adoptivo y músico de profesión, es bien particular: cuando conoció a su verdadero padre, David Crosby, no solamente se hicieron amigos sino que acabaron formando un trío con el nombre de Crosby, Pevar & Raymond en 1998, publicando varios discos. Hasta la fecha, sigue actuando en los conciertos que celebra su padre con Still & Nash.
En el apasionante mundo del jazz es tal vez donde talento y tradición están fusionados con mayor frecuencia. Ahí tenemos a Wynton, Branford, Jason, y Delf Marsalis, hijos del gran pianista Ellis Marsalis. Wynton (trompeta) fue la primera persona en ganar un Grammy al mismo tiempo en la categoría de Jazz y Clásica, mientras que Branford (Saxo) es hoy considerado uno de los mejores músicos de jazz del mundo. El saxofonista Joshua Redman es hijo de Dewey Redman, mientras que el batería T.S. Monk es hijo del mítico pianista Thelonious Monk. Por no hablar de los hijos del saxofonista John Coltrane y la pianista Alice, como Ravi Coltrane, también considerado uno de los mejores músicos de jazz del momento.
Son sólo algunos de los casos -me habré dejado muchos en el tintero- en los que los hijos siguen la tradición de sus padres; pero no siempre el talento les acompaña o, al menos, no todo el talento del que gozaban sus progenitores. A modo de despedida, si hubiera que hacer alguna apuesta, me quedaría con la voz de Melanie Gabriel, hija de Peter Gabriel, con una carrera emergente y mucho futuro por delante.
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