Alta Fidelidad: Primeras Impresiones
Nueva adaptación para la pequeña pantalla de la célebre novela de Nick Hornby de 1995 que el director Stephen Frears trasladó al cine en el año 2000.
La adaptación del libro de Hornby recibió su primera versión cinematográfica protagonizada por John Cusack como Rob Gordon, un descontento dueño de una tienda de discos de Chicago que cuenta sus historias de desamor a través de sus cortes de vinilo favoritos. ¿Es asimilable a los nuevos tiempos un libro cuyos miedos y complejos eran prácticamente el fiel reflejo de una generación, en su mayor parte, masculina? En la serie de televisión, es una mujer, Zoe Kravitz , quien interpreta al personaje principal, Rob Brooks. Rob (Robin) dirige la tienda de discos -sólo vinilos y casetes- de Bedford Avenue junto a dos amigos, Simon (David H. Holmes) y la descarada Cherise (Da’Vine Joy Randolph). En la serie se enfatiza algo que todavía no era un problema en la versión original. Lo que entonces era prácticamente la crisis del vinilo ahora se ha convertido en la de toda una industria discográfica. «La mitad del vecindario piensa que somos reliquias destruidas, la otra mitad piensa que somos hipsters nostálgicos»– así lo expresa Rob- «Ambos tienen razón». Cabe preguntarse si el fenómeno del snob musical de los 90´s es hoy equiparable en un momento donde el streaming y la wikipedia permite el acceso al conocimiento (musical) – al pasado y al futuro- a cualquier persona. A cualquier persona que tenga un mínimo de interés, naturalmente.
Kravitz debió quedar impresionada por el papel que hizo su madre, Lisa Bonet, como la cantante Marie De Salle en la versión original de Alta Fidelidad ya que, además de protagonista, es productora ejecutiva de la serie. Creada por Veronica West y Sarah Kucserka, con un piloto dirigido por el Jesse Peretz, la serie consta de 10 episodios de, aproximadamente, media hora. El propio Nick Hornby ha dado el plácet a la serie, en un reciente artículo escrito para Rolling Stone, en el que asegura que la nueva adaptación de su libro no sólo es buena, sino también «una forma importante para que las nuevas generaciones se conecten».
La crítica está dividida con relación al resultado de este remake (o reboot) televisivo. Entre los favorables está USA Today que reconoce que «funciona como una nueva versión de una historia bien conocida y se sostiene por sí sola. Los elementos del libro y la película se reinventan juguetonamente … La escritura es nítida y concisa, y la media hora de los 10 episodios parece exactamente la duración correcta». TIME coincide, «si bien es difícil revivir el mal humor del mujeriego de Cusack 20 años después, esta revisión funciona. … Lo que es aún más satisfactorio es cómo un cambio en el casting altera el significado de las historias de Hornby y Frears. … En un golpe contra el esencialismo, estos personajes son seres humanos multifacéticos antes que representantes de su género, raza u orientación sexual». Según Paste, «la serie es una carta de amor a su material original, a la música que suena en todo momento, a la ciudad de Nueva York-con una corriente subterránea de gentrificación dentro de la temporada- e incluso al género de la comedia romántica». Sin embargo, para The New York Times «se entiende que el personaje principal tenga miedo a comprometerse, pero es que su programa también parece tener miedo a hacerlo. En 10 episodios, todavía parece superficial: hermoso, ciertamente, con una estética brillante, pero vago, nunca sudoroso». Según New Yorker «Alta Fidelidad siempre se ha preocupado por la nostalgia por la angustia juvenil, pero, esta vez, las brumas de la memoria oscurecen al héroe. El espectáculo se desarrolla en una zona de nostalgia atemporal; Rob parece la visión idealizada de una persona de mediana edad, de una joven desconsolada. La canción sigue siendo la misma, pero el dispositivo de reproducción está, de alguna manera, obsoleto».