[Crónica] Patti Smith (A Coruña, 09/08/19)
Dentro del festival gratuito Festival Noroeste Estrella Galicia
«Esta es la poeta Patti Smith». Así la presentaba, un caluroso mes de agosto de 1969, el músico Bobby Neuwirth a Janis Joplin. Desde aquel mismo momento, Joplin siempre la llamó Poeta.
«La gente tiene el poder, el poder de soñar». Patti Smith es un verdadero ícono. Desde que comenzó su carrera en los años 70 como parte de la próspera escena artística de Nueva York, se ha convertido en una fuerza como cantante, compositora, poeta y activista. El período discográfico más fructífero de su carrera, sin embargo, apenas duró cinco años, ya que, tras cuatro discos de estudio, en octubre de 1979, se retiró del ojo público y se mudó a Detroit. En 1980 se casó con Fred «Sonic» Smith y tuvieron dos hijos. En 1988 grabaron Dream of Life, que incluía el himno clásico People Have the Power. Es curioso porque no comenzó a hacer giras hasta mediados de los años 90. Con el aliento de su amigo de toda la vida Michael Stipe, decidió lidiar con el dolor de la muerte de su marido a través de su arte, abriendo para Dylan en 1995 y comenzando su propia gira en 1996. Desde entonces, apenas ha parado.
Smith subió al escenario antes las hermosas vistas de la Playa de Riazor – según cuentan nunca se vio tanta gente en un concierto – con el guitarrista de los miembros de Patti Smith Group desde hace mucho tiempo, Lenny Kaye, junto el baterista Jay Dee Daugherty, con su hijo Jackson a la guitarra, el teclista Tony Shanahan y Seb Rochford a la batería. Precisamente comenzó su actuación con una de las canciones con las que abría sus primeros conciertos en los años noventa, Wings, incluída en Gone Again (1996).
Are You Experienced? de Jimi Hendrix inauguró una serie de versiones – tal vez excesivas dada la calidad del repertorio propio de la compositora- que siguió con la revisión de Beds are Burning de Midnight Oil, otro himno de éxito inesperado de finales de los ochenta, como fue su People have the power. Previamente había sonado Ghost dance, en la que Smith lanzaba hechizos chamanísticos con sus movimientos de manos: «viviremos de nuevo, sacudiremos la danza de los fantasmas».
Los acordes lentos, reconocibles desde el primer momento para su público, abrieron Dancing Barefoot, una canción de aquel disco de imprevista despedida- Wave de 1979- impulsada por la ejecución excepcional de su hijo y que los U2 recuperaron como cara B en el single When Love Comes To Town de abril de 1989. Beneath The Southern Cross– también de Gone de 1996- cobraba en vivo también un significado trascendental, ya que fue la última canción en la que Jeff Buckley participó en un estudio antes de su muerte. Ese final, «¡cruza, muchacho!» sigue poniendo los pelos de punta.
Tras esta canción, Patti salió del escenario, mientras Shanahan lideraba a la banda con un mix de I´m free de los Stones y Walk On The Wild Side’ de Lou Reed, para regresar con el coreado «do, de, do, de, do». Shanahan se sentó frente al teclado para otra versión, esta vez After The Goldrush, que Patti incluyó en su disco Banga de 2012, y en la que perdura un mensaje ecologista más vigente aún ahora que cuando se grabó hace 50 años.
Tras Pissing in a River, llegó el momento cumbre con las tres canciones más coreadas por el público. Primero, Because the night, seguida por un momento conmovedor mientras miraba con orgullo a su hijo Jackson. «Esta canción fue escrita para el padre de Jackson, Fred» Sonic «Smith». que revivió el espíritu punk una vez más. Con Gloria, la multitud enloqueció definitivamente y para concluir, Smith agradeció a la audiencia y a su banda, con una canción adecuada para el momento en que estamos, People Have The Power: «Sed fuertes, sed felices. Tenéis el poder de amar, de soñar. Nunca lo olvidéis».